De un seguro a un chollo

El Barcelona ha encajado ocho goles en dos partidos oficiales. El año pasado no llegó a esa cifra de tantos recibidos hasta el 1 de noviembre

«Claro que me preocupa recibir los goles que hemos recibido. Lo vamos a intentar corregir. Hemos pasado de ser el equipo menos goleado a encajar con demasiada facilidad», analizaba Luis Enrique la debacle de su equipo en la ida de la Supercopa contra el Athletic (4-0). Y los números refrendan su enfado. El Barcelona conquistó la pasada Liga sin ser el máximo goleador. Marcó 110 goles, por los 118 del Madrid. Sí fue, en cambio, el conjunto que mejor cubrió su portería: 21 dianas recibidas, por las 29 del Atlético, las 32 del Valencia o las 38 del Real Madrid. Esta campaña recién empezada, en los dos partidos oficiales que ha disputado, ha sido castigado ocho veces, cuatro en cada duelo. Un desastre solventado en la Supercopa de Europa por la calidad de Messi y el oportunismo de Pedro y que está pendiente de un milagro para ser subsanado en la Supercopa de España. El curso pasado, para llegar a esa cifra de goles en contra se tuvo que esperar al 1 de noviembre, 13 encuentros, si bien es cierto que, por ser justos, le hicieron ocasiones en contra y Bravo tuvo actuaciones sensacionales. Estuvo ocho jornadas ligueras con la portería a cero, pero lo que era un seguro antes ahora se ha convertido en un chollo, por una mezcla de errores individuales y colectivos. Ter Stegen, Alves o Adriano no tuvieron su mejor día en lo personal, pero lo más preocupante del conjunto azulgrana en San Mamés fue el funcionamiento colectivo. «Asumo la responsabilidad por la alineación», aseguró Luis Enrique. Su política de rotaciones, tan alabada la pasada temporada, responsable directa de los éxitos conseguidos, se ha puesto en entredicho al primer traspiés. Quizá fueron demasiados cambios (hasta cinco de un partido a otro), pero el problema fue el nivel mostrado por jugadores que este curso deben dar un paso adelante. Sin poder hacer fichajes por la sanción de la FIFA y sin poder incorporar a Arda Turan y Aleix Vidal hasta enero, hombres como Rafinha, Sergi Roberto, Sandro o Bartra deben dar un paso adelante, y contra el Athletic no lo hicieron. Bajaron mucho el nivel respecto a los teóricos titulares y si no reaccionan se podrá pensar que la plantilla del conjunto azulgrana es corta.

El Barcelona volvió ayer a los entrenamientos, para preparar el partido de mañana, en el que saldrán con rabia. Todos los mensajes recién acabado el duelo del viernes fueron de esperanza, desde el entrenador hasta los jugadores. El equipo se pone como ejemplo la Supercopa de 2010, en la que también perdieron en la ida contra el Sevilla, aunque por 3-1, y en la vuelta se impusieron por 4-0.

Mientras, el culebrón Pedro continúa latente. Según el periódico «The Guardian», al canario no le ha gustado la actitud de Van Gaal con Víctor Valdés ni cómo está manejando el asunto De Gea, lo que le podría llevar a plantearse su intención de salir.