El descenso hacia el éxito de Casemiro

Cuando a Casemiro le preguntan cuál es el mejor centro del campo en el que ha jugado responde sin dudar: «Casemiro, Kroos, Modric». Un trío que se recita de memoria y que remite al brasileños a los años felices en los que ganaba Ligas de Campeones con el Real Madrid.

Cinco ganó el centrocampista brasileño vestido de blanco. Por eso no le importó marcharse a un club en eterna reconstrucción como el Manchester United hace un par de años. La oferta económica era incomparable y él resumió su hambre de gloria con un esclarecedor «he ganado cinco» en referencia a las Champions que tenía.

Casemiro se fue llorando en una rueda de prensa después de hacer llorar a Ancelotti, que estuvo a punto de convencerlo con sus lágrimas de que se quedara en el Real Madrid. Carlos Henrique Casimiro es para todo el mundo Casemiro, sin Casi, después de un error en la tipografía de su camiseta en el primer partido que jugó con el Sao Paulo. Las cosas la salieron bien y, por superstición, se quedó con la «e» en lugar de la «i». Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero no tanto como parece. Casemiro solo tiene 33 años y en su marcha del Real Madrid parecía ya un jugador al borde de la jubilación en busca de su último gran contrato.

Pero solo tiene 33 años, 31 tenía cuando firmó con el United y todavía tenía futuro por delante si no hubiera elegido el infierno. Porque eso ha sido el Manchester United en los últimos dos años. Un infierno del que solo ha salido en esta Liga Europa. El club ha llegado a la final sin perder un partido y permite a Casemiro buscar su sexta gran competición europea, aunque esta vez se trate de un descenso hacia el éxito. Después de ganar cinco Ligas de Campeones lucha ahora por conseguir la segunda competición continental, un torneo que no había pisado hasta que llegó a Manchester.

Es una manera para él de regresar a los buenos tiempos y recuperar una felicidad que puede completarse cuando se anuncie la próxima convocatoria de la selección brasileña. No podrán estar con él Kroos ni Modric, pero sí podrá reunirse con Carlo Ancelotti, el nuevo seleccionador brasileño, que lo ha incluido en la prelista para los compromisos de la

«canarinha» en junio, igual que a Neymar.

La Liga Europa es un atajo para que el Manchester United recupere su lugar entre los grandes. Si gana al Tottenham en la final jugará la Liga de Campeones la próxima temporada. «Es muy importante clasificarse para la Champions. Pero queremos estar en lo más alto de todo. Este club necesita estar en lo más alto de todo. Tenemos una gran oportunidad, nuestro objetivo desde el principio de la temporada era llegar a Bilbao y ahora que estamos aquí, queremos ganar», dice Bruno Fernandes, el capitán del equipo, sobre la final de hoy. «La gente mirará a nuestro equipo de otra manera si gana un título europeo, nos ayudará para el futuro. Pero no cambia la temporada», afirma el entrenador, Ruben Amorim, que llegó siendo uno de los técnicos de moda en Europa después de su gestión en el Sporting de Portugal y que no ha conseguido recuperar al United en la Liga. Para regresar al camino de los grandes pueden confiar en Casemiro. Él se lo sabe mejor que nadie y puede enseñarles sus cinco Champions. El de ganar en San Mamés ya se lo saben todos, lo hicieron en la semifinal contra el Athletic.