Fútbol

La Coruña

Sin Liga, con esperanza

El Real Madrid cumplió y ganó su partido en La Coruña. Se queda a un punto del Barcelona en un torneo que en invierno tenía perdido.

Cristiano Ronaldo persigue al defensa del Deportivo, Manuel Pablo.
Cristiano Ronaldo persigue al defensa del Deportivo, Manuel Pablo.larazon

El Real Madrid cumplió y ganó su partido en La Coruña. Se queda a un punto del Barcelona en un torneo que en invierno tenía perdido.

A finales de febrero, el Madrid que entrenaba Zidane tenía la Liga perdida, con el Barça muy lejos y dando la impresión de que era invencible. Ayer, durante quince minutos, los que fueron del gol de Ronaldo al primero de Suárez, el conjunto blanco fue virtualmente líder. Ésa es la perspectiva con la que se queda el vestuario para alimentar la esperanza y afrontar lo que queda. El equipo ha cambiado mucho, juega con más confianza y hay complicidad entre el entrenador y el vestuario. Tras la victoria contra el Dépor, termina el campeonato con doce victorias consecutivas y sólo con Lucas Vázquez de baja. Ha perdido la Liga, pero está mejor que nunca: «Ganar el campeonato siempre es muy difícil. Empezamos mal, hemos estado a trece puntos del primer clasificado en la tabla y hemos conseguido recortar hasta el final, llegando a estar sólo un punto detrás; hemos mejorado muchísimo. Ahora tenemos una final más para intentar cerrar bien el año», explicaba ayer Marcelo nada más acabar el encuentro.

El Madrid comenzó su choque de ayer pensando en la Liga y lo acabó con la mente en la Champions, dentro de quince días. Enseguida se dio cuenta de que el Deportivo no está para nada. Se ha salvado, pero se ha roto por dentro. Lo que menos importaba ayer al rival era el Real Madrid. Sólo al final, con el campeonato decidido, inquietó a Keylor Navas, que volvió a demostrar que es un portero para ganar la Copa de Europa, pero antes de eso los de Víctor se limitaron a defenderse, aguantar y contar los minutos que quedaban para el final de curso. Con un soplido se iban a rendir. Y cuando marcó Ronaldo, no hubo más partido.

El portugués tenía hambre. Hizo dos tantos, mandó un balón al larguero, otro al palo y parecía desesperarse cuando fallaba una ocasión. En su cabeza, además de la esperanza de Liga estaba el intentar dar caza a Luis Suárez. Pero tras el descanso fue sustituido. Según Zidane, tenía «un fuerte golpe en el pie» y tal como estaban los dos partidos, lo mejor era reservarlo, que no era el día para llevarse un susto con las lesiones. Y menos tras una temporada en la que el club ha estado tan pendiente de lo que ocurre en el campo como en la enfermería.

Con el Barcelona ganando y con el Dépor sin ninguna gana de dar guerra, el Madrid pensó en Milán. El equipo titular que saltó ayer en Riazor va a ser el mismo que empiece en el choque contra el Atlético. Es el once de Zidane, con Casemiro en el centro del campo y dos ejemplares Pepe y Ramos de centrales. En ese triángulo comienza a construirse el Real Madrid. Ahora es un equipo más seguro, que se atreve a jugar muy arriba y robar balones por anticipación. En La Coruña se vio al conjunto de este final de temporada, que sabe controlar los tiempos, que nunca tiene prisa y que se siente superior. Ése es el gran mérito de Zizou: conseguir que sus jugadores volvieran a creer tras fases de la temporada más que complicadas, como aquel día contra el Rayo en el Bernabéu: la mayor goleada de la Liga, que acabó entre el disgusto y las protestas del público.

Zidane ha recuperado anímica y físicamente a los futbolistas y el equipo va a llegar a su segunda final de la Champions en tres años en plenitud, no como hace dos temporadas. Bale hizo ayer la jugada del primer gol y durante todo el partido demostró lo que está haciendo esta campaña: que es un jugador con muchos recursos y que su peso en el equipo es fundamental. Benzema también demostró que ha dejado atrás su lesión, como Casemiro. Todos suman y hasta James e Isco volvieron a tener minutos, que nunca se sabe qué puede pasar.

Sin poder aspirar a soñar con la Liga por culpa de lo que sucedía en Granada, uno de los objetivos era no lesionarse. Por eso Zidane quitó a Ronaldo y todo el madridismo rezó cada vez que uno de los suyos caía al suelo. Era el último enfrentamiento serio, lo importante era no tener bajas. Ahora quedan quince días de entrenamientos, sin presión, para centrarse en lo importante.

«El Madrid tiene que ganar algo siempre», explicaba Marcelo, decepcionado nada más terminar el choque de ayer. Pero también lo decía esperanzado. El último partido que perdió en Liga fue contra el Atlético. Era otro Madrid. El que ha peleado hasta el final se medirá contra el Atlético, otra vez, entre el éxito o nada de títulos.

- Ficha técnica:

0 - RC Deportivo: Stipe Pletikosa; Manuel Pablo, Arribas (Róber Pier, min.70), Sidnei, Navarro; Pedro Mosquera (Borges, min.76), Álex Bergantiños; Fede Cartabia, Luis Alberto, Fayçal Fajr (Oriol Riera, min.76); y Lucas Pérez.

2 - Real Madrid CF: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Isco, min.61), Modric; Bale (Jesé, min.76), Cristiano Ronaldo (James, min.46) y Benzema.

Goles: 0-1, min.7: Cristiano Ronaldo. 0-2, min.25: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Mateu Lahoz, del colegio valenciano. Mostró amarilla a Kroos (min.50), Ramos (min.86) y Modric (min.90), del Real Madrid; y a Mosquera (min.57), del Deportivo.

Incidencias: Partido de la trigésimo octava y última de la Liga BBVA disputado en el estadio de Riazor ante 29.017 espectadores, según el Deportivo. Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado de este viernes contra una peña del Real Madrid en Iraq. En el descanso se homenajeó a Arsenio Iglesias, exentrenador de Deportivo y Real Madrid.