Getafe C.F.
El Real Madrid, una tarde de paseo ante el Getafe
El Madrid huele la Liga, huele la Champions, sospecha que todo puede ir bien, cuando hace tan poco, todo iba tan mal
El Madrid huele la Liga, huele la Champions, sospecha que todo puede ir bien, cuando hace tan poco, todo iba tan mal. El Getafe huele a Segunda, se comporta como un equipo de Segunda y tiene resultados de equipo de Segunda y carácter de derrotado.
El Madrid huele la Liga, huele la Champions, sospecha que todo puede ir bien, cuando hace tan poco, todo iba tan mal. El Getafe huele a Segunda, se comporta como un equipo de Segunda y tiene resultados de equipo de Segunda y carácter de derrotado. Y el resultado de esas dos actitudes, fue el del partido.
El Madrid salió intenso en vez de relajado, y el Getafe fue incapaz de quitarse el susto de encima. El conjunto blanco ha pasado por su campo como una apisonadora, sin necesidad de un esfuerzo de más, sin Casemiro y haciendo cambios al empezar la segunda mitad para dar más descansos. Zidane temía una tarde de desmotivación tras el esfuerzo del Wolfsburgo y tras conocerse que espera el Manchester City. El atractivo de la Champions puede deslumbrar para los objetivos más cercanos y podía dar lugar a despistes. Es habitual, además, que tras un choque de tanto estrés se produzca un lógico relax. Pero el Madrid está más enchufado que nunca, con todos los jugadores empujando por el proyecto y pasó por Getafe sin dar opción al rival, que tampoco hizo mucho por buscarla.
Con Isco, James y Kroos en el centro del campo, los de Zidane buscan la portería rival por instinto vital. Ahí pueden suceder dos cosas: que el rival lo aproveche o que muera ante el poderoso ataque blanco. El Getafe murió, si es que alguna vez estuvo vivo. Isco y James son los nombres más discutidos en el Real Madrid esta temporada y no pocos los señalan como principales responsables de la irregularidad del equipo. Con la irrupción de Casemiro se han quedado sin sitio y tienen que ganarse otra vez el puesto en días así, cuando el mediocentro descansa y Zidane les da una oportunidad. Lo hicieron bien y marcaron ambos. Movieron al equipo y llegaron al área. Isco se situó entre líneas con inteligencia, como hizo en el segundo tanto, tras dos paredes: la primera en el centro del campo con Bale y la segunda, definitiva, al borde del área, con Benzema Una maravilla de gol.
James hizo el cuarto, pero antes había dejado poso de su clase con un sensacional pase a Benzema para abrir el marcador. Era el primero, pero fue la puntilla para el conjunto local. Si esperaba un Madrid destensado, se encontró con un rival que quería la victoria y la quería cuanto antes. Los de Zidane salieron con intensidad, rodeando al contrario, jugando siempre al borde de su área y abusando de los centros laterales. El dominio era absoluto y la superioridad evidente. Es verdad que con ese centro del campo, el Madrid dejaba mucho hueco detrás y algunas veces se vio indefenso a Kroos. Pero bastante tenía el Getafe con sacudirse el control rival como para llegar al área de Keylor Navas con criterio. Sólo lo hizo una vez, en la segunda parte, cuando con todo decidido: Sarabia marcó un tanto inútil que no maquilla nada.
El resto del partido, el Getafe no supo cómo afrontar al rival y fue inofensivo. Tan claro lo vio Zidane, tan cuesta abajo fue el encuentro para el Madrid, que en la segunda mitad, se dedicó a hacer cambios para dar descanso a jugadores que van a ser fundamentales para los choques que están por venir, que se presumen más intensos. Se fue Carvajal y se fueron Bale y Benzema. El equipo había cumplido.
En realidad, no hubo más historia que esperar a que Ronaldo marcase su gol. El portugués ha disputado todos los minutos de la Liga porque Zidane le ve bien físicamente y él busca otra cifra de goles espectacular. Ni el futbolista ni el entrenador creen necesario darle reposo. La segunda parte consistió en buscarle y en que rematase.
El Getafe se tuvo que abrir y el Madrid tuvo las mejores oportunidades a su espalda. Ya nadie creía que el partido podía cambiar de dueño, porque no tiene el Getafe ni la calidad ni el espíritu para la épica y porque el Madrid de ahora mismo no se va a dejar soprender. Esnáider es un hombre con carácter y necesita que el equipo se contagie. Si es que no es demasiado tarde.
Costó que Ronaldo marcase porque se había dejado casi toda la pólvora en el decisivo día del Wolfsburgo. Fue al final, cuando Jesé, entre marcar él y dársela a Cristiano optó por lo segundo. Tan sencillo fue que el portugués apenas lo celebró.
► Así fue el partido, minuto a minuto
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