FC Barcelona

Athletic de Bilbao

El Barça siente al Madrid (0-0)

El líder cede terreno otra vez y el conjunto de Solari ya está a seis puntos. Messi no estuvo al cien por cien y Ter Stegen terminó salvando el empate ante un gran Athletic.

El portero del Athletic, Iago Herrerín.
El portero del Athletic, Iago Herrerín.larazon

El líder cede terreno otra vez y el conjunto de Solari ya está a seis puntos. Messi no estuvo al cien por cien y Ter Stegen terminó salvando el empate ante un gran Athletic.

El Barcelona volvió a ceder terreno y ya ve cómo el Real Madrid se le acerca. Está a seis puntos de distancia, dos partidos, y dentro de nada juegan en el Bernabéu. La Liga está viva porque los azulgrana regalaron la primera parte y no pudieron en la segunda, para terminar siendo Ter Stegen su héroe, con una parada a Williams que hubiera dado el triunfo al Athletic.

Messi sí fue finalmente titular, pero no estaba en plenitud de condiciones. Pese a ello, el peligro de su equipo pasaba por sus acciones en una primera parte muy floja. Había ganado el Real Madrid, que tiene el aliento cada vez más cerca del líder, y, aunque San Mamés es uno de los campos más difíciles de Primera, no estaba el Barcelona ni con el fútbol ni con el hambre necesarios en el duelo. Intentó mandar a través de la pelota, de la posesión, pero hasta que Messi no inventaba nada era demasiado plano, y se vio sometido por el Athletic durante la primera parte. Con presión alta y buen repliegue, con las llegadas desde los costados y con la velocidad de Williams, que también se ofrecía para recibir entre líneas, fue mucho más peligroso que su oponente.

Ter Stegen

Susaeta fue el primero en probar a Ter Stegen, que tuvo que lanzarse de forma espectacular ante el tiro desde fuera del área. Después, el portero se equivocó en una salida de balón y la volvió a tener el Athletic, que perdonó por tercera vez en una acción de Raúl García dentro del área. Estaban cómodos los «leones», sin sufrir en exceso y llegando arriba. Estaba el Barça, en una palabra, mal. Intentaba Rakitic bajar para dar salida al balón, no tenía peso en el duelo Busquets y Vidal daba más pases a los contrarios que a los suyos. Sin centro del campo no funciona el conjunto de Valverde, por mucho que Messi esté en el campo. También le faltaba Jordi Alba, ausente por sanción, y, aunque Semedo no lo hizo mal cambiado de banda, se nota la diferencia, empezando por que el portugués es menoz preciso con la zurda, y cuando se cambiaba la pelota a la derecha tardaba y daba ventaja al rival. Coutinho volvió a ser un jugador intrascendente: poca participación y ni pases ni llegada ni sus tiros lejanos.

Volvió del vestuario el Barça con otro impulso. No hubo cambio de jugadores, pero sí de actitud. Pasó el líder de sufrir a hacer sufrir. Metió al Athletic atrás, lo encerró y durante 20 minutos no le dejó jugar. Recuperaba rápido la pelota y volvió a la carga, con Messi más participativo, que nunca, con Busquets presente por fin y con Coutinho por fin como parte de la cadena de pases. Le faltó la ocasión clara, se empeñó en entrar por el centro, era un embudo, pero en cualquier momento podía llegar el tanto. Tenía que mover ficha el Athletic, y Garitano lo hizo. La entrada de Muniain fue una bendición para los suyos. Se unió a Williams, que hizo un partidazo toda la noche, y el encuentro pasó poco a poco a igualarse y a ser dominado de nuevo por el Athletic, aunque esta vez aprovechando los espacios, las contras. San José la tuvo, pero remató fuera. La oportunidad de Williams fue más clara, pero Ter Stegen le hizo un paradón de balonmano a un tiro a bocajarro.

La reaparición de Dembélé no pudo, esta vez, ser la salvación del Barcelona, que lleva tres partidos seguidos sin ganar.