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Polémica
El Barcelona afronta este domingo un partido cargado de condicionantes frente al Valencia, un duelo que llega en un momento delicado para el conjunto azulgrana y en el que las decisiones disciplinarias, los cambios en la alineación y las circunstancias externas marcarán el pulso de la jornada. La principal novedad es la ausencia de Raphinha, que no será titular por un castigo impuesto por el cuerpo técnico tras haber llegado tarde a una sesión de activación. La medida tomada por Hansi Flick, entrenador del Barça, refleja un intento claro de reforzar la disciplina en un vestuario que atraviesa semanas de dudas.
La sanción a Raphinha coincide con una revolución en la alineación inicial. El técnico alemán ha introducido hasta seis cambios con respecto al último partido, un movimiento que puede interpretarse tanto como un mensaje interno al grupo como una búsqueda de soluciones futbolísticas. Los elegidos para entrar en el once son Pau Cubarsí, Gerard Martín, Marc Casadó, Fermín López, Roony Bardghji y Marcus Rashford.
El equipo que pondrá en liza Flick estará compuesto por Joan García en portería; una defensa formada por Koundé, Eric García, Cubarsí y Gerard Martín; en el centro del campo, Casadó y Pedri compartirán la medular; más adelantados, en la línea ofensiva, aparecerán Roony, Fermín López y Rashford, mientras que el encargado de comandar el ataque será Ferran Torres. Con esta disposición, el Barça tratará de recuperar el filo competitivo que se le ha echado en falta en el arranque del curso.
Los números reflejan cierta solidez, con dos victorias y un empate, pero el análisis más profundo deja ver grietas en la estructura del equipo. La fragilidad defensiva y la falta de agresividad en fases clave de los partidos han generado preocupación. Flick no ha ocultado su descontento: tras el empate en Vallecas, lanzó un mensaje rotundo asegurando que “los egos matan el éxito”. Sus declaraciones, lejos de ser una crítica velada, sonaron a advertencia directa. En la previa de este partido volvió a insistir en la misma idea: “No basta con jugar al 70%”.
El escenario del encuentro también añade singularidad a la cita. El partido se disputará en el Estadio Johan Cruyff, situado en las inmediaciones de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. El Barcelona no cuenta aún con los permisos necesarios para reabrir el Spotify Camp Nou, y la otra alternativa, el Estadio Olímpico Lluís Companys, quedó descartada al haber acogido un concierto el viernes previo. De esta manera, el Johan Cruyff, habitualmente reservado para el filial y el fútbol femenino, se convierte en improvisada sede de un duelo de Primera División.
Enfrente estará un Valencia que no olvida lo sucedido la temporada pasada. El conjunto che sufrió dos de sus derrotas más duras ante el propio Barcelona: un 7-1 en Liga en Montjuïc y un 0-5 en Copa en Mestalla. Ambos resultados quedaron grabados en la memoria del técnico, que no dudó en describirlos como “dos de sus días más complicados” desde que asumió el cargo. A pesar de aquellos golpes, el Valencia logró reponerse y alcanzar el objetivo de la permanencia, pero la herida deportiva todavía está presente.
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