Hasta luego, Xavi

Diecisiete temporadas en la élite del fútbol mundial, 26 títulos, 764 partidos de azulgrana y 133 participaciones con la Selección: es su currículum condensado después de que hoy anunciara su adiós al Barcelona.

«Tengo la “patata” como una piña», dijo Xavi después de dar un sorbo al agua, con el gesto sereno, pese a todo, y antes de confirmar lo que desde hace unos días ya se sabía: el futbolista que más veces ha vestido la camiseta del Barcelona (764) y el que más títulos ha ganado con ella (23, con opción de llegar a 25) se va del club en el que ha estado los últimos 25 años. «Ha llegado el momento», desveló. Ya no se siente titular, sus minutos han disminuido y por eso ha dado el paso que el año pasado ya estuvo a punto de dar. «No me arrepiento de haber seguido», explicó. «El equipo está en un momento extraordinario y cuando he participado, me he sentido importante. He mirado por el grupo, que es lo que me enseñaron aquí», aseguró. Dejó atrás su ego para ayudar en lo que pudiera, en el campo y fuera, como en su mediación para que la mala relación entre Messi y Luis Enrique mejorase: «Fue más sencillo de lo que se habla fuera».

Xavi explicó en un discurso de tres minutos que se va a Qatar con su familia, para seguir jugando al fútbol en el Al-Saad, donde militó Raúl, los dos próximos años, con opción a otro, y para formarse allí en otros aspectos relacionados con el fútbol. Siempre amó este deporte, desde que era árbitro en su colegio hasta que empezó a destacar en el Terrassa y en las categorías inferiores del Barcelona; desde que coleccionaba cromos de la Liga y los Mundiales de niño hasta verse todos los partidos que puede y conocer a todos los jugadores ya como profesional. El Barça y el fútbol son sus pasiones. En el segundo seguirá y el primero lo abandona sólo momentáneamente. «El objetivo es volver para hacer lo que sea, entrenador, director deportivo...», deseó. «Aquí tiene un puesto de entrenador», reconoció en «RAC-1» Bartomeu, que hasta el último momento intentó que el medio siguiera, con una oferta para renovar hasta 2018 en las últimas semanas, que denegó.

Xavi ha visto todo lo que ha pasado en el Barcelona en los últimos 20 años, las últimas buenas temporadas, su primera Liga ganada con Van Gaal en 1998 o los cinco cursos en los que no consiguieron ningún título, cuando el peso de ser el sustituto de Guardiola le hizo replantearse si debía seguir o marcharse. También ahora lo ha pensado, cuando el público le grita: «Xavi, quédate». «Me han llegado a poner la piel de gallina y me decía: “¿Y si me equivoco?”», admitió.

Las redes sociales se llenaron de mensajes al eterno «6» azulgrana, de apoyo y, sobre todo, de agradecimiento. «Nunca olvidaremos que tu fútbol nos hizo tan grandes», escribió en su Twitter Fernando Torres, el delantero que corrió para convertir el pase de Xavi en el gol que dio a España la Eurocopa que supuso el comienzo a la época triunfal de la Roja, que sumó, con el liderazgo de Xavi, su primer Mundial y otra «Euro» más. Al «Niño» se unieron Bojan, Mata, Iniesta, Mascherano, Sergio Ramos, Trashorras, la AFE, la Federación, Miguel Cardenal, Laporta... «No tengo enemigos en el fútbol», afirmó ayer Xavi. Por desgracia, no pudo mandar su mensaje el fallecido Luis Aragonés, el entrenador que le dio el liderazgo de España cuando ser bajito y jugar bien al fútbol te convertían en sospechoso.

Xavi será homenajeado el sábado por su afición, en el partido con el Dépor, en el que levantará el título de Liga. La Copa y la «Champions» le esperan: «El guión parece hecho a medida. Sería un bonito colofón».