Pólemica
Íñigo Pérez, entrenador del Rayo, explica por qué el Villarreal - Barcelona se jugará en Miami: "Cobramos sueldos indecentes"
El técnico del equipo madrileño se ha posicionado en contra de ese encuentro, pero la ha encuadrado en cómo está la industria
El Girona y el Rayo Vallecano serán los encargados de levantar el telón de LaLiga EA Sports 2025/2026 este viernes, en un encuentro que arrancará a las 19:00 horas. También antes del partido se ha hablado de la polémica decisión de disputar el Villarreal-Barcelona en Miami. Íñigo Pérez, entrenador del Rayo, no ha pasado por alto el tema y ha ofrecido unas declaraciones que reflejan tanto su postura personal como una mirada crítica hacia la realidad del fútbol moderno.
“No me gusta que se lleve un partido de LaLiga a Miami”, afirmó con rotundidad. Pérez no rehuyó la oportunidad de posicionarse, aunque también quiso matizar su opinión: “Está muy bien decirlo, pero luego no hacemos nada por salirnos de esta rueda e industria”.
El preparador rayista reconoció que es fácil criticar este tipo de iniciativas, pero recordó que “el fútbol actual está dominado por la industria y la economía”. Un argumento que, aunque no justifica la decisión para él, sí la enmarca dentro de un engranaje global del que todos los actores forman parte. “Cobramos salarios indecentes para mi gusto por lo que hacemos”, admitió sin rodeos. Y fue más allá: “Si quieres seguir cobrando y chupando del bote hay que aceptarlo, pero no me gusta”. El caso del Villarreal-Barcelona en Miami es el último episodio una tendencia que ya se venía gestando desde hace años: el intento de expandir LaLiga más allá de sus fronteras naturales, buscando mercados internacionales que aumenten ingresos y visibilidad.
La diferencia es que, en esta ocasión, el partido no sería un amistoso o un torneo veraniego, sino un encuentro oficial con puntos en juego, algo que muchos consideran una distorsión de la competición. Para Íñigo Pérez, ese salto representa un punto de inflexión más grave de lo que parece.
Para el entrenador rayista, el fútbol debe encontrar un equilibrio entre la rentabilidad y la esencia que lo conecta con sus seguidores.
El fútbol español, en contra
Las declaraciones de Pérez no se producen en un vacío. La idea de llevar un partido de competición oficial española a Estados Unidos ha levantado ampollas en varios frentes. El Real Madrid ha pedido al Consejo Superior de Deportes (CSD) que frene la celebración del Villarreal-Barça en Miami. Futbolistas como Unai Simón también han mostrado su rechazo, calificándolo como una falta de respeto a los aficionados. Desde la presidencia de los clubes, voces como la del presidente del Getafe, Ángel Torres, han sido aún más contundentes: “Es una aberración”, dijo sin tapujos.
En este sentido, el discurso de Íñigo Pérez se alinea con la corriente crítica, aunque con un matiz de realismo: sabe que el fútbol de élite está atravesado por intereses económicos y que, en ese tablero, las decisiones se toman pensando más en el mercado que en las gradas. No obstante, su malestar es evidente, sobre todo por lo que implica para la afición que apoya a su equipo cada semana.
El calor contra el fútbol
El debut liguero entre Girona y Rayo se jugará a las siete de la tarde, una franja que en agosto suele traer temperaturas muy elevadas. Pérez reconoció que cada verano se enfrenta al mismo dilema: lo que es justo y lo que no lo es en relación con las condiciones climáticas. “Cada año tengo este dilema entre lo justo y lo que no lo es”, explicó, consciente de que el calor puede afectar no solo al rendimiento, sino también a la salud de los futbolistas. Aun así, asumió que “pese a las circunstancias, hay que seguir adelante”.