Tiró desde lejos Kroos, rebotó en un defensa del PSG y el balón voló hacia una esquina del área, en sitio de nadie, donde parecía que terminaba la jugada de ataque del equipo local. No siguió el balón ningún jugador del PSG, sólo su portero, Trapp, que salió de la portería, olvidó cualquier precaución, creyó que no había ningún peligro, como quien sale a dar un paseo. Pero Nacho, que había sustituido al lesionado Marcelo, a diferencia de todo el mundo, sí que persiguió esa pelota, que le cayó al pie. Cuando Trapp vio que el madridista golpeaba el balón, descubrió que estaba en ningún sitio: ni en la portería ni cerca del balón ni en la línea de pase. Hasta entonces no había tenido nada que hacer. Tampoco esa jugada era trabajo. Pero él le dio todo el peligro. Nacho centró con el interior al centro del área, donde no esperaba ningún madridista. El balón botó muy raro y se fue adentro. No había nada y apareció un gol. En la primera mitad fue lo único de provecho del Madrid. Académicamente ni esa acción debía considerarse peligrosa. Pero fue gol, tres puntos, la clasificación matemática y el más que probable liderato del grupo para los octavos. Un tesoro en un día en el que el Madrid no parecía capaz de encontrar nada y en el que se pasó toda la primera parte y casi todos los minutos de la segunda a merced del PSG. No fue para nada el mejor día de los madridistas, aunque el resultado da para pensar con optimismo en el futuro de la «Champions».

El PSG no quería dar la misma imagen que en el encuentro de París y cambió radicalmente. Fue un equipo ambicioso, que presionó muy bien al Madrid y supo jugar con la pelota cuando la tuvo. Tiene jugadores de mucha clase que cuando se encuentran forman un equipo con muchos recursos. En el lateral derecho, Aurier no se cansó de correr de arriba abajo, lo mismo que Maxwell en el otro lado. En el centro del campo, el joven Rabiot, que sustituyó a Verratti, jugó con desparpajo y estilo cerca del área y ayudó a sus compañeros de zona a cegar al Real Madrid. Cada vez que el equipo de Benítez empezaba a jugar, Casemiro, Kroos y Modric sentían en el cogote el aliento de un jugador rival. No hubo manera de que pudiesen tocar a gusto, domar una pelota y dirigir el juego. Casemiro se ocupó de ayudar a los centrales, sin ser capaz de dar sentido al equipo, mientras que Kroos se desgastaba en la presión y Modric no conseguía hacerse con la pelota. Sufrió el Madrid sin balón durante muchos minutos, casi todo el partido, aunque se encontró más cómodo en la segunda mitad, cuando el equipo se instaló definitivamente en el 4-4-2 y Lucas Vázquez le dio aire por la banda. Siguió dominando el rival, que veía cómo todos sus remates se iban a los palos. Uno en la primera parte y dos veces Di María en la segunda mitad, cuando el argentino se encendió y dio una lección maestra de su fútbol. Se movió por todo el campo y con todos sus recursos, que son muchos.

El Madrid aguantó, que era de lo que se trataba ayer. Tuvo un par de detalles, una gran jugada en la segunda parte con un par de golpes de tacón, pero le faltó regularidad en el ataque y controlar el balón. Sin centro del campo, el fútbol del conjunto de Benítez dependía de los balonazos de Ramos y Varane o de los saques de puerta de Keylor Navas. Si en París superó por su fútbol al conjunto de Blanc, ayer le ganó por su capacidad de resistencia, porque se vio inferior y en la segunda parte jugó con máxima prudencia.

Sin embargo, ganó. Quizá en el partido de esta temporada en el que más débil se le ha visto. Ha empatado otros choques, pero fue dominador por instantes. Ayer, no. Ayer fue un equipo dominado, sin soluciones para la presión, pero que tuvo la virtud de ser solidario cuando sufría. En un partido sin balón, Keylor Navas no hizo ninguna parada decisiva. El Real Madrid no jugó bien, sufrió mucho, se le hizo largo el encuentro, pero ya se ve en octavos de final de la «Champions», cuando empieza lo bueno.

. Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Nacho, m.33); Casemiro, Kroos, Modric; Isco (Kovacic, m.82), Jesé (Lucas Vázquez, m.63) y Cristiano Ronaldo.

0 - PSG: Trapp; Aurier, Thiago Silva, David Luiz, Maxwell; Verratti (Rabiot, m.17), Thiago Motta, Matuidi (Lucas Moura, m.75); Di María, Ibrahimovic y Cavani.

Goles: 1-0, m.35: Nacho.

Árbitro: Marc Clattenburg (ING). Amonestó a Casemiro (88) por el Real Madrid; y a Aurier (45) y David Luiz (67) por el PSG.

Incidencias: encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la Liga de Campeones, Grupo A, disputado en el estadio Santiago Bernabéu que presentó su primer lleno de la temporada, con 83.500 espectadores. Presenció el encuentro en el palco de honor el rey Juan Carlos, sentado junto al presidente Florentino Pérez.