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Miles de aficionados toman Madrid ilusionados con lograr un nuevo título
Miles de aficionados del Sevilla han tomado este domingo Madrid con motivo de la final de la Copa del Rey ante el Barcelona y se concentraron en las zonas turísticas del centro de la capital y en la zona reservada a su afición en el Parque de San Isidro, junto al Vicente Calderón, en medio de un ambiente festivo.
Los seguidores sevillistas, que se prevé que sean más de 20.000 en las gradas del estadio del Atlético, se hicieron notar ya desde el sábado en la zona centro de Madrid, sobre todo en el entorno de la Plaza Mayor, la Gran Vía o la Puerta del Sol, pero el grueso de aficionados llegó hoy en trenes, autobuses y vehículos particulares.
Ajenos a la polémica generada por las esteladas catalanas y ataviados con camisetas, bufandas y banderas blanquirrojas del club andaluz, el sevillismo volvió a protagonizar un desplazamiento masivo a Madrid, ilusionado con la posibilidad de lograr otro título tras su quinta Liga Europa conquistada el miércoles en Basilea.
La euforia, unida al respeto a un rival del potencial del Barça, y la alegría por un nuevo éxito continental, son las nota dominantes entre la afición del Sevilla, que se ha trasladado a Madrid con toda la ilusión, igual que hizo en la final copera de 2007, que le ganó 1-0 al Getafe, con unos 80.000 seguidores desplazados, más de la mitad sin entrada.
La nueva Liga Europa lograda por los hispalenses, la tercera de forma consecutiva, amortiguaría en parte una posible derrota del Sevilla en la octava final de la Copa del Rey de su historia, aunque los sevillistas se muestran ambiciosos y mantienen hasta el final su fe en lograr el doblete y el que sería su sexto título copero.
Así, el ambiente que se respira en la 'Fan Zone' del Sevilla, ubicada en el Parque de San Isidro de Madrid, una zona arbolada y de esparcimiento situada muy cerca del Calderón, es de alegría y de optimismo, con los cánticos tradicionales del equipo de Nervión entre las bebidas y viandas traídas desde la capital andaluza.
No faltan los filetes empanados, las tortillas de patata o la chacina, ni las bebidas, en el Parque de San Isidro y en todo el entorno del Paseo de la Ermita del Santo, centro neurálgico de la celebración de las fiestas tradicionales de San Isidro en Madrid.
La ilusión de los sevillistas se desborda a la espera de que se resuelva una nueva final, en la que los de Unai Emery intentarán ganar su décimo título en la última década y el decimocuarto de la centenaria historia del club.
Por su parte, el Barcelona fue recibido a su llegada a Madrid por medio millar de aficionados, el equipo de Luis Enrique, que ha quedado concentrado en un hotel de la parte norte de la capital hasta horas antes de iniciarse el partido de la final de la Copa de Rey contra el Sevilla en el Vicente Calderón (21:30 horas).
Después de una larga espera y con un viento molesto, con nubes y claros, los aficionados han esperado estoicamente la llegado de la expedición azulgrana, que ha entrado en el hotel en tres autocares, de jugadores, familiares y directivos, además de invitados.
Los jugadores, a parte de algún pequeño gesto, no se han parado para saludar ni atender a los seguidores, alguno de los cuales había ambientado la espera con el himno del Barça.
El Barcelona ha decidido llegar a Madrid el mismo día del partido, y no pernoctará esta noche, ya que después de la final tiene decidido regresar a la Ciudad Condal, sea cual sea el resultado y la duración del partido, si se llega al final del tiempo reglamentario con empate.
A parte de la llegada en el mediodía del equipo azulgrana, desde primeras horas han estado llegando a Madrid miles de aficionados del Barcelona, preferentemente por carretera y tren, empezando a dar ya un color azulgrana a la ciudad, que en la jornada de ayer estuvo mayoritariamente ocupada por el sevillismo.
Además de la oferta que ofrece Madrid, los seguidores del Barcelona disponen de una zona de encuentro en el sur de la ciudad, y a poco del estadio Vicente Calderón.