Jorge Molina, el goleador infinito que le quitó un récord europeo a Puskas

A punto de cumplir 40 años, cada gol supone un nuevo récord y Jorge Molina los va coleccionando todos. El domingo se convirtió en el futbolista más veterano en anotar un «hat trick» en la historia de la Liga. Lo hizo con 39 años y 241 días, dando una lección de remate dentro y fuera del área. Superó a Joaquín, que había hecho un triplete con 38 años y 140 días y es el único futbolista de la Liga Santander, junto a Diego López, que puede presumir de más edad que el delantero del Granada. Molina acribilló la portería del Mallorca de todas las formas posibles, porque su pólvora es infinita.

No luce un peinado imposible ni tiene los brazos llenos de tatuajes. Es un tipo normal y así se maneja dentro del área y en su vida diaria. Cerca de la portería rival es implacable a la vez que sencillo, porque esto del gol se lleva en la sangre y lo único que tiene que hacer es dejar que fluya. Es un rematador puro, impecable a un toque con el pie y la cabeza. Ha marcado 69 goles en Primera División, 88 en Segunda y 19 en Segunda B, porque su carrera no fue precisamente sencilla. Vino desde muy abajo, empezando por el Benidorm y el Polideportivo Ejido para pasar después al Elche, al Betis y al Getafe.

Llegó a la élite a los 29 años, muy tarde para lo que es habitual, y quizá por eso se cuida cada vez más para alargar el sueño. Le costó despuntar y, por si acaso nunca destacaba del todo, tuvo claro que era importante prepararse también para lo que viniera después. Tiene las carreras de Educación Física y Magisterio, además de ser ya entrenador titulado. Una cabeza muy bien amueblada que también le sirve para jugar con el sentido común de los veteranos. Cuida al detalle su físico, siempre rondando los 86 kilos kilos de peso, y no se le recuerdan lesiones musculares largas. El cuerpo le da tregua por ahora y él se encarga de los goles.

Ha dejado un buen recuerdo allí donde ha estado y tanto en el Betis como en el Getafe muchas veces han añorado su instinto goleador. Ahora lo disfruta el Granada, donde se convirtió en el primer futbolista de este club en hacer un gol en la Europa League. Aquel día ante el PSV superó a Ferenc Puskas como el futbolista más veterano en anotar un tanto en competición europea. Ya había marcado uno en la previa, dos con el Betis y otro con el Getafe, pero aquel le servía para meterse en la historia, como los tres del domingo pasado ante el Mallorca. «Todo lo que toca lo convierte en gol, nos ayuda muchísimo», resume su compañero y también delantero, Antonio Puertas, que sabe de lo que habla.