Cuarta derrota seguida
Granada-Atlético (2-1): Un campeón irreconocible
Cuarta derrota consecutiva del Atlético, que se adelantó a los dos minutos gracias a Joao Félix, que estuvo soberbio, pero se dejó remontar mediante Machís y Jorge Molina
Bendito canto del cisne el del Atlético en Oporto, que maquilla con la continuidad en la Champions un mes de diciembre negro. El vigente campeón ha perdido su cuarto partido de Liga consecutivo, termina el año fuera de las plazas de Liga de Campeones y se antoja quimérico que pueda revalidar su título. En Granada, pese al golazo inicial de Joao Félix, que completó un partidazo, y las muchas ocasiones que generó, los anfitriones remontaron gracias a Machís y a Jorge Molina, que va camino de los cuarenta en plena forma: marcó un triplete el domingo y tumbó ayer a la tropa del Cholo Simeone.
Presenciar dos golazos es una excelente manera de empezar un partido de fútbol. En Los Cármanes, Joao Félix y Darwin Machís habían dejado patente su clase en poco más de un cuarto de hora. El portugués del Atlético, a quien Simeone al fin alineó de titular, robó un balón nada más empezar, condujo en zigzag y cruzó un derechazo espléndido mirando al tendido que batió a Luis Maximiano, su colega de las selecciones inferiores lusas –ambos son de la quinta de 1999–. El venezolano del Granada replicó antes de que su equipo acusase el mazazo. En el primer acercamiento local, el extremo apuntó y largó un chut violentísjmo que entró junto al palo de Oblak.
Los colchoneros estaban decididos a poner fin a su mala racha y encerraron a los andaluces, que sufrieron un verdadero asedio al final de la primera mitad. Joao Félix, estelar, generó varias ocasiones con su dinamismo –un tiro alto, otro que paró el portero...– y marcó un golazo de cabeza que Hernández Hernández anuló por una faltita ínfima, por no decir inexistente, sobre el Luis Suárez colombiano del Granada. Su homónimo uruguayo del Atlético, por cierto, volvió a formar parte del once y volvió a pasar desapercibido.
Al cuarto de hora del segundo tiempo, se produjo la secuencia decisiva. Joao Félix, que seguía siendo una pesadilla para la zaga granadina, bailó al borde del área hasta hueco y largó un tiro espléndido que se estrelló en el poste. En la contra, Kondogbia erró el despeje y permitió que Puerta y Suárez armasen una acción que remató Jorge Molina en boca de gol. El linier alzó la bandera pero el VAR corrigió. Hasta la suerte le daba la espalda a un buen Atlético.
Sin embargo, quedaba más de media hora, alargue incluido, un tiempo más que suficiente para dar la vuelta a la situación. Es lo que habría hecho un equipo en dinámica positiva... justo la que no tiene ahora el Atlético. Quitó Simeone a Luis Suárez, inoporante, pero Correa y Cunha marraron una clara ocasión cada uno, las dos únicas claras hasta el final, al que se llegó entre aspavientos de impotencia de los colchoneros y alborozo de la grada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar