PSG - Bayern: Del lío a la obsesión de la Champions

Sobre todo desde los fichajes de Neymar y Mbappé en el verano de 2017, el PSG es un equipo ligado a la obsesión de su dueño, el jeque Al Khelaifi: ganar la Champions. Pero, de momento, agua. Ya está otra vez la competición en el momento decisivo, además el conjunto francés se mide con un pez tan gordo como él, el Bayern Múnich, y otra vez le asaltan las dudas. En la mayoría de cursos le ha pasado algo a estas alturas: en los dos primeros Neymar llegó apurado o no llegó, lesionado. En 2020, en la pandemia, disputó su única final en la que plantó cara precisamente al Bayern Múnich, pero no fue suficiente. La incorporación de Messi parecía que daba otro impulso al conjunto galo, pero la campaña pasada se hundieron en el Bernabéu en cuanto se complicó el partido después de una eliminatoria que habían dominado con claridad durante 150 minutos. No hubo reacción ni nadie que se revelara cuando el equipo de Ancelotti empezó a remontar, la primera de unas cuantas hasta conquistar la Champions.

"No estábamos de acuerdo y discutimos"

Esta vez los cruces llegan en el momento más delicado para el PSG en mucho tiempo, por varios motivos. Para empezar, porque acumula dos derrotas seguidas, contra el Marsella (2-1), lo que le costó la eliminación de Copa; y contra el Mónaco (3-1), lo que ha supuesto el último terremoto en el vestuario, según «L’Equipe», con Neymar y Marquinhos enfrentándose al asesor deportivo, Luis Campos, que les habría pedido más compromiso. El medio francés indica que la discusión fue muy tensa. Neymar cuenta su versión: «Es algo normal, no estábamos de acuerdo y discutimos. El fútbol no es sólo amor o amistad. Pero hay respeto y cuando no estás de acuerdo, dialogas para mejorar. Lo grave es que desde que estoy aquí estas cosas, que deberían quedar en el vestuario, siempre salen y a veces no todo lo que se dice es cierto».

Unidad

Hace falta una voz en la caseta del PSG para que todos los egos vayan en la misma dirección, porque de calidad andan sobrados, alguien que diga: «Chicos, vamos a ganar una Champions y después que cada uno tome el camino que quiera». Lo ha intentado Mbappé, que después del lío del último día escribió en sus redes sociales, al lado del escudo del club: «Sigamos fuertes y unidos». Precisamente el francés va a ser la gran novedad del PSG ante el Bayern. Se lesionó a comienzos de febrero y se habló de tres semanas de baja, pero hasta en Alemania se reían de los plazos. Nagelsmann, técnico del conjunto bávaro, dijo que no se creía que la estrella gala no fuera a estar en esa eliminatoria, que todo formaba parte de una partida de póquer, y ahora ha visto cómo domingo y lunes Kylian ha entrenado con el grupo. También se ha unido Messi, baja el último día por unos problemas musculares, por tanto Galtier tiene a toda su ofensiva.

El técnico, de todas formas, mantuvo la incógnita sobre Mbappé y aseguró que hasta horas antes del encuentro no tomarán una decisión. Leo, por su parte, se reencuentra con el equipo de una de sus pesadillas, el del 2-8 en Lisboa, que fue uno de los detonantes de que quisiera irse del Barça en 2020. Acabó haciéndolo en 2021, cuando se quería quedar.