El PSG-Real Madrid y los Goya

Ver Maixabel y luego meterte en el cuerpo hora y media de ceremonia de los Goya, sólo hora y media ojo, es la constatación de dos cosas: en el cine español hay mucho talento y a los de la ceremonia les aconsejaría que la pasada madrugada se hubieran estudiado detenidamente la Super Bowl y todo lo que rodea al gran acontecimiento del deporte estadounidense. Lo mismo en 2023 el empacho de la ceremonia se quedaba en una leve indigestión después de ver a los Rams, a los Bengals y el show del descanso. Copiar o inspirarse en los mejores no es malo. Los Goya son a los Oscar como un partido de entreguerras a la eliminatoria de Champions que arranca mañana. Dos mundos diferentes. Lo único que equipara a las dos ceremonias es Cate Blanchett. Si fuera Florentino ya habría cursado la invitación para que acudiera al Madrid-PSG o, en su defecto, al estreno del Bernabéu. Con su marido, por supuesto. Andrew Upton no parece un cuñado insoportable.

La eliminatoria ante Mbappé y compañía hay quien la ve como un vísperas de mucho días de nada. El PSG es una banda que todavía no ha dado un concierto decente. Domar egos como los de Messi, Neymar y Mbappé debe ser tarea titánica, pero llegar a febrero sin tener a la cuadrilla domesticada es síntoma de batacazo. El fracaso del PSG en Europa será el éxito del Real Madrid y no sólo por el acceso a los cuartos de final. Estar a cinco partidos de la Decimocuarta sería tan importante como haber descabalgado de la pelea al club-Estado por excelencia. Un argumento más para que Mbappé suelte el «au revoir» el próximo verano y las exclusivas se confirmen un siglo después.

Con la Champions vuelven las emociones fuertes. Ya está el cuerpo preparado para asimilar nuevos acontecimientos históricos porque lo de Djokovic y Nadal en Melbourne para algunos ya suena al siglo pasado. El personal quiere marcha y no es plan de que se entere Putin. Un poco de Liga de Campeones, otro poco del Barca en la Europa League, los Juegos porque sí, hay Juegos, el oasis de la Copa del Rey de baloncesto, las motos y los coches a la vista, Indian Wells asomándose... Y lo de las elecciones en Castilla y León. Todo sea para olvidar la ceremonia de los Goya.