Fútbol
El reto de Camavinga en el Real Madrid: o ser Fernando Redondo o ser Illarramendi
Fue el Borussia Dortmund quien encumbró al argentino, mató a Illarra, descubrió a Casemiro y hoy, en la final de la Champions, examina al francés
El Real Madrid había ganado al Borussia Dortmund por 2-0 en la semifinal que se cayó la portería, pero era un equipo irregular y nadie se fiaba para el partido de vuelta. «El conjunto alemán, empujado por su ruidosa afición, tuvo sus momentos, pero el Real Madrid, con Redondo durmiendo el balón en el centro del campo, aguantó el temporal», escribía la crónica del Mundo Deportivo. El partido acabó empate a cero, principalmente porque el centrocampista argentino dio una lección de cómo controlar un partido desde el centro del campo. Eran tiempos en los que solo se jugaba con un mediocentro porque Redondo se bastaba para hacerlo todo.
En el actual Real Madrid es Toni Kroos quien maneja los encuentros como pudo hacerlo Redondo en aquel partido contra el Borussia, aunque hoy, en el centro del campo del equipo de Ancelotti el hombre va a ser Camavinga y a su lado Kroos. «Yo soy un jugador de equipo, puedo hacer todo, pero pienso que mi cualidad es defender y tener calidad también con el balón, para ir adelante con él, y con el pase también», explicaba esta semana el francés acerca de lo que él puede aportar al juego. La despedida de Kroos también es un saludo de llegada definitivo a Camavinga. Hasta ahora, ha estado peleando por el centro del campo con Tchouaméni, pero queda un hueco libre y ambos tienen que demostrar que son capaces de dirigir al equipo y marcar el ritmo
Para Camavinga, el partido contra el Dortmund puede ser una buena prueba. Redondo dio una de sus clases maestras en Alemania, pero fue también en Dortmund, contra el Borussia, donde otro centrocampista del Real Madrid sufrió lo que nunca había sufrido hasta marcar su final en el conjunto blanco. Fue en el camino de la «Décima». El Real Madrid había ganado el partido de ida por 3-0 en el Santiago Bernabéu, pero la vuelta se convirtió en una trampa a la que el equipo que entrenaba Ancelotti no encontraba salida. Illarramendi, el joven futbolista vasco que había llegado de la Real Sociedad fue, para su desgracia, el gran protagonista del choque: le superó. Si el equipo blanco pasó la eliminatoria fue porque supo aguantar el 2-0 con el que se puso el conjunto alemán y porque al final salió un joven Casemiro a imponerse por primera vez en el centro del campo.
«Me gusta la presión, y estoy relajado. Lo voy a hacer como siempre. Va a ser un partido complicado porque el Dortmund es un equipo fuerte y tiene mucha historia. Tenemos que jugar como siempre, con sacrificio, para que todo salga bien», decía esta semana el futbolista francés, que en la Champions de hace dos años fue uno de los revulsivos para las remontadas. En la final, salió a falta de cinco minutos para sustituir a Fede Valverde.
«Tengo la suerte de tener una Champions y ahora una final por delante. Estoy aquí para ganar trofeos», continuaba Camavinga esta semana antes de este último partido junto a Kroos. Cuando se vaya, el centro del campo queda sin dueño. El Dortmund, como ha hecho otras veces, va a demostrar si Camavinga está a la altura.
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