Polémica

Sale a la luz el discurso que podría haber salvado a Luis Rubiales y que el expresidente de la RFEF se negó a leer

El texto fue preparado por Luis Arroyo, asesor externo contratado por la RFEF hace aproximadamente un año.

Luis Rubiales, en la Asamblea de la RFEF
Luis Rubiales, en la Asamblea de la RFEFRFEFAgencia EFE

«No voy a dimitir». Cuatro veces lo repitió el presidente de la Federación Española ante los aplausos de la asamblea general para reafirmar su decisión de seguir al frente del fútbol español. Lo dijo después de justificar su beso a Jenni Hermoso. «Un pico», dijo él. Un beso consentido que no merecía, según él, la cacería que está sufriendo. Habló de «asesinato social» y señaló a la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y a la ministra de Igualdad, Irene Montero, entre otras. En definitiva, un discurso soberbio, sin señales de arrepentimiento y plagado de insultos con el que cavaría su propia tumba.

Si embargo, tal y como publica El Mundo en exclusiva, el ya expresidente de la RFEF tuvo la oportunidad de pronunciar un discurso muy diferente pero se negó. El texto fue preparado por Luis Arroyo, asesor externo contratado por la RFEF hace aproximadamente un año. Arroyo es un consultor de comunicación muy vinculado al PSOE, y que ya asesoró -aunque no logró su objetivo- a Iker Casillas, cuando el ex-portero de la selección española y del Real Madrid se postuló como rival de Rubiales en las últimas elecciones a la RFEF que se celebraron en 2020.

En el texto mucho más conciliador y más humilde no dimitía pero si barajaba esa posibilidad. Este es un extracto del texto publicado por LOC y que que fue preparado para la polémica asamblea del 25 de agosto:

"Siento mucho, desde de lo más profundo de mi corazón, haber empañado esa enorme victoria de nuestro equipo femenino (...) El primer error fue traspasar los límites de la confianza con la jugadora Jenni Hermoso. Ella sabe que no hubo mala intención, pero es evidente que lo que pretendía ser un gesto de alegría y felicitación se convirtió en un símbolo de dominio de un hombre en una posición de poder - yo mismo - sobre una mujer. Soy imperfecto, por supuesto, pero me tengo por un ciudadano respetuoso y jamás he aceptado gestos de violencia ni de dominio sobre ninguna mujer. El segundo error fue negar inicialmente la gravedad con que muchos apreciaron mi gesto, y calificar con algunos insultos a los que lo criticaron. Tras muchas horas de viaje, precisamente con las jugadoras y los técnicos de la Federación, no supe apreciar la sensibilidad social del momento. Ese fue el segundo error, sin paliativos. El tercero consistió en no apreciar tampoco al día siguiente lo inadecuado de mi comportamiento, y poner matices y excusas. Debí decir entonces lo que digo ahora con tres palabras: lo siento. Perdón (...). Estoy completamente convencido de que no hay acto punible en mi conducta y así lo constataré si se me requiere. Pero es evidente que mi comportamiento fue inadecuado y reitero mis disculpas. Estoy a disposición del Área de Integridad de la Federación, que ha abierto ya diligencias internas".

Muy vinculado al PSOE

El currículum de Arroyo, muy vinculado al PSOE, incluye varios puestos de relevancia en el Gobierno de Rodríguez Zapatero. De esta manera, fue director de Gabinete de Carme Chacón, asesor de la vicepresidenta Teresa de la Vega y responsable del Gabinete la Secretaría de Estado de Comunicación entre 2004 y 2007. Además, ha trabajado como asesor del Banco Mundial y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.