Tras el contundente 3-0 que el Arsenal infligió al Real Madrid en la ida de los cuartos de final de la Champions League, las palabras de Thibaut Courtois sobre los goles de Declan Rice han resonado con fuerza: "Rice ha hecho dos golazos, pero son faltas innecesarias. Quizás hay que no hacerlas". Estas declaraciones reflejan la frustración del portero belga y apuntan a un problema recurrente en el equipo blanco: su vulnerabilidad ante las jugadas a balón parado y que nadie estuvo bien en Londres.

El encuentro en el Emirates Stadium estuvo marcado por dos momentos mágicos de Declan Rice, quien anotó dos goles de tiro libre que dejaron sin respuesta a Courtois y a la defensa madridista. El primero llegó en el minuto 58, cuando Bukayo Saka fue derribado por David Alaba cerca del área. Rice ejecutó el disparo con una precisión impresionante, curvando el balón alrededor de la barrera y colocándolo fuera del alcance de Courtois. Apenas doce minutos después, el mediocampista inglés repitió la hazaña desde otra posición, enviando el balón al ángulo superior derecho. Estos goles no solo fueron espectaculares, sino que también hicieron historia, convirtiendo a Rice en el primer jugador en anotar dos tiros libres directos en un partido de eliminación de la Champions League.

Las palabras de Courtois ponen de manifiesto un problema táctico que ha afectado al Real Madrid durante toda la temporada. El equipo ha mostrado debilidades en situaciones de balón parado, algo que Arsenal supo explotar con maestría. Los Gunners han desarrollado una reputación como especialistas en jugadas a balón detenido, lo que hizo aún más crucial evitar conceder faltas innecesarias cerca del área. Sin embargo, los errores individuales y la falta de disciplina táctica permitieron que Rice tuviera las oportunidades necesarias para brillar.

David Alaba, señalado directamente por cometer una falta innecesaria en el primer gol, tuvo una actuación para olvidar. Su error no solo costó un gol clave, sino que también evidenció una desconexión general en la defensa blanca. Esto se sumó a las dificultades del equipo para mantener la concentración y evitar errores básicos en momentos críticos del partido.

Más allá de los goles de Rice, el Arsenal mostró un planteamiento táctico disciplinado que neutralizó las principales amenazas del Real Madrid. Mikel Arteta optó por un bloque medio-bajo compacto que limitó los espacios para jugadores rápidos como Vinicius Jr. y Kylian Mbappé. Aunque los blancos lograron generar algunas ocasiones mediante transiciones rápidas, estas fueron insuficientes para superar a una defensa organizada y segura.

Por su parte, Carlo Ancelotti tendrá mucho trabajo por delante antes del partido de vuelta en el Santiago Bernabéu. La falta de intensidad y urgencia mostrada por su equipo fue preocupante, especialmente considerando la importancia del encuentro. Además, deberá abordar las deficiencias tácticas que han llevado al equipo a conceder tantos goles en jugadas a balón parado esta temporada.