Lisboa
Y el Madrid se apagó
El equipo de Ancelotti se puso 0-2, pudo marcar más, pero acabó goleado por los balones aéreos de la Real
Tenía pinta de funeral para la Real Sociedad, un equipo recién eliminado de Europa y que contra el Madrid se vio a los diez minutos con dos goles en contra y un aviso de depresión general. La afición pitaba y Arrasate temía por su puesto cuando esto acaba de empezar. Fue así, aunque ahora, tras lo que pasó después y leyendo lo que pone en el marcador aquí arriba, parezca mentira. Sucedió, lo vimos: el salto de Ramos para marcar de cabeza, como en la final de Lisboa. Otro salto suyo para estar a punto de golear otra vez; el caño de Bale al borde del área, con un solo toque, y su remate fantástico para el segundo; y más, un lanzamiento de falta que Ramos mandó al larguero. Pasó, en serio. Isco y Marcelo conectaban por la izquierda, donde Granero sufría, se llevaba una amarilla y presentía una noche infinita y negra. Se hacían cálculos sobre el número de goles que les hacían falta a los de Ancelotti para acabar la jornada como líder de la Liga.
Quizá fue un espejismo. Quién podría asegurar ahora que todo eso sucedió. Porque toda la energía y la concentración se borraron como si nunca hubieran existido y hay que hacer un esfuerzo mental para recordarlo. Después, todo se torció: lo que había sido el Madrid se olvidó, perdió el control, permitió que la Real corriera y llegara al área, como si estuviera convencido de que en un intercambio de golpes iba a golear a un rival casi moribundo.
Pero no. El Madrid quiso correr y se vio sin fuerzas y sin el control del juego. En el centro del campo jugaron Modric y Kroos, acompañados por Isco y James, todos futbolistas con mentalidad ofensiva, felices en los primeros minutos y desorientados más tarde, cuando lo que se necesitaba era consistencia y no la dieron.
La Real remontó desde las bandas, aprovechando que el Madrid se ha olvidado de defender esas jugadas. Se puede debatir si Casillas es culpable de esos goles: sobre todo de los que nacieron en saques de esquina. Es difícil dar una sentencia definitiva sobre esto y más cuando el ambiente con él está tan enrarecido y no se admiten matices. Pero pocas veces en su carrera ha parecido Iker tan vulnerable en esas jugadas. Los críticos dicen que está pegado a la línea, debajo del larguero. Otros consideran que paga las culpas de otros.
La Real hizo el primero tras repetir la jugada que había hecho en el córner anterior. Tocaron en el primer palo y en el segundo, solo, y muy cerca de la portería, remató con el pie Íñigo Martínez. En el remate del segundo, Zurutuza llegó al balón sin que ningún centrocampista siquiera hiciese el amago de seguirle.
Con el empate, el Madrid se fue del partido. No llegó al área rival hasta los últimos minutos del encuentro: antes, la Real ya había cruzado dos balones y había hecho dos goles (uno de ellos precedido de una mano). Los de Ancelotti no tenían el balón, parecían cansados y estaban claramente superados. El técnico hizo dos cambios: salió Khedira por Luka Modric y Arbeloa, por Carvajal. Hay que recordar que el equipo tenía que ganar el partido.
Lo bueno, que aún es pronto para casi todo.
Ficha
4.- Real Sociedad: Zubikarai; Zaldua, Elustondo, Iñigo Martínez, De la Bella; Bergara, Granero, Xabi Prieto (Mikel González, min. 82), Zurutuza; Chory Castro (Canales, min. 58) y Agirretxe (Carlos Vela, min. 58).
2.- Real Madrid: Casillas; Marcelo, Pepe, Sergio Ramos, Carvajal (Arbeloa, min. 76); Kroos, James, Modric (Khedira, min. 75), Isco; Bale y Benzema.
Árbitro: Martínez Munuera (Valencia). Amonestó a Granero, Carvajal, Isco.
Goles: 0-1 min. 5: Sergio Ramos. 0-2, min. 10: Bale. 1-2, min. 35: Iñigo Martínez. 2-2, min. 40: Zurutuza. 3-2, min. 64: Zurutuza. 4-2, min: Carlos Vela.
Incidencias: 28.000 espectadores en el estadio de Anoeta en tarde noche calurosa. Fuerte pitada a la Real cuando salió a calentar por parte de su afición tras quedar apeada en la previa de la Europa League. 151.000 euros de recaudación.
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