Torneos de Golf
Otro grande para Brooks Koepka con Tiger Woods rugiendo imparable
La gloria fue para Brooks Koepka pero sin duda alguna, gran parte de los focos los acaparó un TIger Woods sublime, imperial, un Tiger que recordó al de sus mejores tiempos y que estuvo cerca, muy cerca, a solo dos golpes, de lograr una hazaña increíble y hacer saltar la banca
San Luis o Saint Louis, como ustedes prefieran, era el escenario del último Grande del año, el PGA Championship y, como todo torneo, más si es un Grande, está revestido de emoció. Esta vez, en la que era su despdida en cuanto a ubicación en el calendario, quiso dejar las espadas en todo lo alto y añadió un nombre propio al espectáculo: Tiger Woods.
No suele ocurrir que el nombre del ganador quede algo ensombrecido por el de otro participante pero es que si hablamos de Tiger todo se magnifica. No venció, el título fue, con merecimiento, para su compatriota Brooks Koepka, pero a punto estuvo de hacerlo, quedándose a solo dos golpes.
Y cómo rugió el Tigre, como hacía tiempo no le veíamos. Tiger Woods sacó de su bolsa su mejor repertorio: un driver excelso, un putter encendido (especialmente en la segunda mitad de la vuelta) y unos hierros que colocaban la bola justo donde debían, poco más se puede decir de su gran día, ahora sí que oficialmente, ha vuelto.
Ronda de 64 (ocho birdies y dos bogeys), la más baja del día junto con las de Tyrrell Hatton y Rafa Cabrera Bello, exultante, demostrando que en los Grandes también puede sacar toda su calidad y, por qué no, intimidar al resto. ¿Candidato a la Ryder?
’’La energía de la gente ha sido increíble pero lo más positivo de todo es que ahora sé que puedo jugar enfrente d euna multitud así cada semana y pelear por títulos. Eso para mí es todo un placer’’, contaba el ‘Tigre’, ganador de 14 Majors y con la ilusión, ahora más que nunca, de igualar e incluso superar a Jack Nicklaus, quien tiene cuatro más.
Koepka, por su parte, ha hecho doblete esta temporada, habiéndose alzado hace unos meses con el US Open, por lo que se puede decir sin miedo a equivocarse que su año es de 10 (de hecho, solo cinco jugadores en toda la historia han logrado igual premio, Bobby Jones (1926), Gene Sarazen (1932), Lee Trevino (1971), Jack Nicklaus (1975) y Tiger Woods (2000)). Supo aguantar, además, el ataque combinado de Woods y Adam Scott, si bien este terminó por descolgarse.
Por el camino se quedó, desgraciadamente, Jon Rahm, quien no pudo mantener el ritmo del ex número 1 del mundo ni de Koepka, cediendo con los mismos golpes que el primer día, 68, pero marcándose todo un cuarto puesto empatado y siendo el mejor del top 10 del ranking mundial.
Más atrás quedaron Thomas Pieters (66 y T6) junto con Justin Thomas, Jordan Spieth (66 y T12), Rickie Fowler (71 y T12), Justin Rose (68 y T19), Jason Day (71 y T19), Dustin Johnson (69 y T27), Ian Poulter (70 y T31), Hideki Matsuyama (66 y T35), Tommy Fleetwood (68 y T35) y Rory McIlroy (70 y T50). Es decir, todos los que no hicieron 68 o menos, bajaron posiciones, pues había que estar muy fino.
Muy bien al final, como hemos comentado, Rafa Cabrera Bello, con una de las vueltas más bajas del día merced a seis bogeys, por lo que se puede marchar con sensaciones positivas tras haberle metido un bocado de 26 puestos a la tabla y haber concluido en el top 10, con -9 de acumulado. Bien también Adrián Otaegui en su primera participación en un Grande. Sin demasiadas expectativas, lograba pasar el corte y llegar al fin de semana, terminando el día de ayer con 72 golpes y muchos vaivenes, quizá demasiados (cuatro birdies, cuatro bogeys y un doble bogey) pero, aun así, con un buen +1 que para él es todo un premio.
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