Fórmula Uno
Una guerra civil en Red Bull, el papel de Alonso, Ford y la "amenaza" de U2
La escudería vive una batalla interna por el control del equipo. Hay mucho dinero y poder en juego. Todos contra Horner
La Fórmula Uno no es el deporte global que mayores ingresos genera. Por encima están otros como la NFL, la NBA, el fútbol o los Juegos Olímpicos, pero ninguno de ellos tiene detrás una industria tan poderosa e influyente como la del automóvil y la movilidad… y con todos los intereses que esto genera. La parte económica no está en la primera línea del frente, pero gira alrededor del campeonato.
La superioridad con la que han empezado la temporada Red Bull y Max Verstappen contrasta con la situación que se vive en la escudería fuera de la pista. Hay una auténtica guerra civil que lleva labrándose muchos meses con toda clase de maniobras.
¿Por qué esta guerra interna para hacerse con el control de Red Bull? Hoy es la mejor escudería de la F-1 y la que mayor valor tiene en todos los sentidos. La empresa madre, la de las bebidas, se desarrolló con Dietrich Mateschitz y Chaleo Yoovidhya y con ambos en la dirección de la compañía nació el equipo de Fórmula Uno de la mano de un amigo personal del primero, que no es otro que el también austríaco Helmut Marko. Los dos socios fundadores, ya fallecidos, verían ahora cómo sus herederos libran una batalla para provocar una posible venta millonaria.
En un lado están Marko y los Verstappen, padre e hijo, y por otro, Christian Horner y el heredero que posee el 51 por ciento de las acciones, es decir, la mayoría ejecutiva. Sin embargo, hay otros factores como la entrada en el equipo de una multinacional como Ford, que suministrará motores en 2026 y que no quiere verse envuelta en conspiraciones que afecten a su reputación, sobre todo teniendo en cuenta como se toman esta clase de cosas en Estados Unidos.
La compañía ha mostrado cierta preocupación por la investigación interna realizada por una consultora independiente llevada a cabo por un presunto comportamiento inapropiado de Horner con su secretaria. El resultado de dicha investigación exoneró al jefe del equipo y provocó la suspensión de empleo y sueldo de la empleada. Poco después fue despedida con una más que suculenta indemnización.
La semana pasada, tras cerrarse el proceso, alguien filtró la información mandando a un buen número de periodistas un link de Google Drive con todo el material en forma de capturas de los whatsApp entre ambos. Y dicha filtración apunta a Helmut Marko, que el pasado domingo reconoció en Yeda que su puesto estaba en peligro, sin dar más detalles.
A todo esto, los Verstappen se han visto en peligro ante la posible marcha de su mentor, Marko, y han amenazado a Horner con marcharse. Y aquí es donde entra el tercer personaje de esta trama, Toto Wolff, el jefe de Mercedes al que Lewis Hamilton le ha dejado en una posición débil frente a sus responsables de la compañía alemana tras su marcha a Ferrari para sorpresa de todos. Wolff quiere devolver el golpe mediático y fichar a Verstappen y, a la vez, está azuzando todo lo que puede para debilitar a Red Bull y ofrecer alguna posibilidad de éxito a Mercedes en la pista.
La escena es el fiel reflejo de los tres poderes que ahora luchan por el control de la F-1. Por un lado, el estadounidense, que son los promotores; por otro, el clásico bando anglosajón venido a menos en los últimos años y, por último, el grupo austro-germano, con Mercedes y Red Bull (de origen austríaco) empujando por influir cada vez más en el negocio. Esto no ha hecho más que empezar.
Horner quiere el poder y entrar en el accionariado del equipo y los que siempre fueron sus aliados, ahora son enemigos íntimos. Desde la prensa alemana se apunta a su posible salida antes del Gran Premio de Australia el penúltimo fin de semana de marzo. Incluso se especula con que U2, cuyo guitarra, The Edge, es familiar de la secretaria despedida, estaría planteándose escribir una canción en para apoyarla.
El papel de Alonso
A pesar de su edad, el asturiano es el piloto mejor valorado entre los que acaban contrato a finales de este año junto con Pérez y Sainz. Los tres andan enredados en negociaciones, pero Alonso manda. Y a todo esto, quien negocia por él no es otro que Flavio Briatore, el que faltaba en toda la trama. No hay que olvidar que el italiano es un especialista en enfangar. ¿Puede fichar Alonso por Red Bull para pelear en igualdad de condiciones con Verstappen? ¿Puede ser este movimiento la venganza de Horner contra los Verstappen? ¿O irá a Mercedes? Todos están atentos a cualquier movimiento de Alonso.✕
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