Selección Española

Iago Aspas, el acelerador de la Roja

Cambia el ritmo de la Selección cuando entra, pero de momento tiene que conformarse con salir desde el banquillo para dar vida al equipo.

Iago Aspas durante el último entreno de la Roja en Krasnodar
Iago Aspas durante el último entreno de la Roja en Krasnodarlarazon

Cambia el ritmo de la Selección cuando entra, pero de momento tiene que conformarse con salir desde el banquillo para dar vida al equipo.

España siempre ha tenido un jugador diferente en sus etapas más exitosas, un futbolista que entendiera el juego de la Roja, pero fuera capaz de acelerarla cuando era necesario. Torres era un futbolista con una velocidad más que el resto de sus compañeros en la Eurocopa 2008. Como Güiza, que salía desde el banquillo para dar un esprint más. En 2010 y 2012 se les unieron Pedro y Jesús Navas. Y eso es lo que hace Iago Aspas desde que llegó al equipo en el otoño de 2016 de la mano de Lopetegui. En su estreno contra Inglaterra, el partido que más cerca estuvo de perder Julen, salió en la segunda parte para despertar a la Selección. Con un gol suyo y otro de Isco en los últimos cinco minutos de partido consiguió igualar un encuentro que había sido de los ingleses.

Pero no hay que irse tan lejos para buscar actuaciones decisivas del delantero del Celta. También salió del banquillo para decidir el último amistoso antes del Mundial, el último partido que Lopetegui dirigió a la Roja, contra Túnez. Un gol suyo en los minutos finales permitió prolongar la fe en el equipo, aunque los amistosos no sirvan de mucho. Julen había elegido a los tunecinos para cerrar la preparación porque eran un equipo parecido a Marruecos. Y contra los marroquíes, Iago repitió la operación, aunque en esta ocasión sólo fuera para salvar el empate.

Aspas es un futbolista feliz, que disfruta cuando juega o cuando lo ve. Por eso su labor desde el banquillo resulta tan efectiva. Se centra en todos los detalles y, mientras otros se encuentran perdidos al llegar a una fiesta que ha empezado sin ellos, él sabe siempre lo que tiene que hacer. «En el banquillo, visualizas lo que podrás hacer si puedes jugar», decía después del amistoso contra Túnez. Y lo hace.

El gol contra Marruecos le hizo especial ilusión porque había ido su familia a verlo. Pero su mentalidad es siempre la misma. «Para mí es un sueño estar aquí y aprovecharé todos los minutos que tenga para aportar al equipo lo más que pueda. Si me dan quince minutos tengo que hacer lo máximo para ganar minutos para el próximo partido», advertía antes del campeonato.

Aspas está preparado para todo, pero su visión de la actuación de España no es tan mala como puede deducirse por la imagen del equipo. «Sí que hemos hecho cosas mal, por supuesto, pero también hemos hecho cosas bien. Vamos a quedarnos con las cosas buenas, que hemos sumado ese punto que nos ha valido para quedar primeros», decía tras empatar contra Marruecos. «Los rivales también juegan, nos tienen muy, muy estudiados. En el siglo XXI todos tienen sus armas, buscan incomodarnos. Y tienen muy buenos jugadores, no nos equivoquemos», aseguraba. Por si acaso, Iago está listo.