Boxeo

Jennifer Miranda, de La Casa de Papel al Mundial de boxeo

La boxeadora española pelea por el título mundial interino de la WBA contra la panameña Almengor. Su objetivo, pelear contra Amanda Serrano

Jennifer Miranda, boxeadora. © Jesús G. Feria.
Jennifer Miranda, boxeadora.© Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

«Hasta Tyson decía que iba al ring con miedo. Siempre hay miedo. La cosa es cómo lo afrontas, si te echas para atrás y dejas que te venza o si lo tomas como un impulso para afrontar algo nuevo. Mi cuerpo y mi cabeza reaccionan así, lo voy a hacer porque puedo. Vamos a hacerlo y a tirarnos a la piscina. Tienes que hacerlo», dice Jennifer Miranda. La boxeadora española, que este domingo busca el título mundial interino de la WBA contra la boxeadora panameña Teresa Almengor en el Teatro Las Vegas de Madrid, es de las que siempre se tiran a la piscina.

Lo lleva haciendo desde los comienzos, desde que se apuntó a un campeonato de España amateur porque le daba puntos para seguir estudiando. «Yo quería estudiar y por entrar en la Universidad con la nota suficiente, pues hice eso de entrar como deportista de alto rendimiento. Era mi objetivo, sin saber que me iba a gustar tanto y que iba a destacar tanto tan pronto», cuenta. «No sabía que me iba a gustar tanto. Ya después me enganché a este deporte», añade. Tenía entonces 23 años, era su primer combate y lo ganó. «No me sabía ni las normas», dice. Pero eso no la frenó.

«Esto es demasiado difícil para empezar tan tarde. Tenía claro que tenía que entrenar al cien por cien para que físicamente al menos pudiera llegar, porque técnicamente es imposible aprender tan rápido. Ese fue mi objetivo y entrené al 200 por 100 durante años y años y años y por ahí fui ganando algún combatito por físico, por muchas otras cosas que dependían de mí y poco a poco fui cogiendo la técnica. Y aprendiendo más», explica. «Siempre con el factor tiempo detrás de mí y sin parar durante 15 años, con esa presión siempre de decir: ‘‘Necesito hacer más que otras si quiero ser mejor que ellas’’. Y me ha funcionado. Lo que he comprobado es que si te lo propones y te esfuerzas y lo trabajas, funciona y vas mejorando poco a poco».

Tanto que ahora es campeona del mundo interina y su objetivo es pelear después contra Amanda Serrano, la campeona del mundo de la categoría. Para eso lleva dos años trabajando sin descanso. «Yo ya no paro. Llevo desde dos combates atrás sin parar de entrenar y, como mi objetivo, mi sueño, es ser campeona mundial, ganar a Amanda Serrano, es como que tengo mucho trabajo. Si tienes un objetivo muy grande, el trabajo y el entrenamiento tiene que ser bestial. Esa es mi forma de pensar, de trabajar desde hace 15 años, siempre mejorar, mejorar, mejorar y compararme con la mejor», dice Jennifer, que habla tan rápido como golpea.

Fue esa rapidez de manos la que le hizo ganarse el sobrenombre de «Tormenta», pero no todo ha sido sencillo. Hace dos años estuvo cerca de retirarse. Pero en su camino se cruzaron el patrocinio de Onlyfans y la oportunidad de rodar un programa de televisión en Estados Unidos. «Era un concurso, una especie de reality nuevo en el que te enfrentabas con gente a un solo ‘‘round’’ y económicamente fue un aporte muy, muy importante», reconoce. Fue entonces cuando pudo dedicarse de verdad al boxeo.

Hasta entonces había tenido que compaginarlo con diversos trabajos y su cuerpo lo sufría. «Ahora puedo dedicarme a ‘‘full’’ a entrenar. Entrenar y descansar. Eso ha sido un paso vital para que no lo deje, porque ya me estaba lesionando mucho y las lesiones te paran porque después de trabajar 10 horas, entrenar a las 6:00 de la mañana y entrenar a las 21:00 de la noche, tu cuerpo llega un momento que se rompe. Y normalmente se rompía cuando ya estaba más estresado, que era justo antes de pelear».

Jennifer, que tiene 38 años, disfruta ahora de su mejor momento. Solo echa de menos un poco de tiempo, «volver cinco años atrás para disfrutar este momento» que espera alargar.

La oportunidad de La Casa de Papel

El boxeo ha marcado la vida de Jennifer Miranda, pero la vida le ha dado tiempo a hacer muchas más cosas. A titularse en magisterio de Educación Física antes de licenciarse en Educación Física, a hacer un máster de Dirección de Empresas y otro en Coaching, porque siempre ha pensado que en la cabeza está todo – «un 99 por ciento de lo que sucede en el boxeo», dice –. Ahora se ha centrado en la nutrición y en la Inteligencia Artificial. «Me gusta mucho aprender», dice. Pero nada le ha dado tanta visibilidad mediática como su aparición en la quinta temporada de «La Casa de Papel», para lo que tuvo que muscularse mucho. «El boxeo me ayudó para las técnicas de interpretación y la interpretación me hizo ser más segura en el ring», dice.