Eusebio Cáceres se queda a 3 centímetros del bronce tras un concurso dramático

La final de longitud fue un drama marcado por los problemas físicos. El griego Miltiadis Tentoglou voló hasta los 8,41 en su último salto cuando su gran rival, el cubano Juan Miguel Echevarria, se había roto en el cuarto intento y ya no pudo volver a saltar. El caribeño también había hecho 8,41, pero su segundo salto fue seis centímetros peor que el segundo del griego. El bronce fue para otro cubano, Maykel Masso, que también cayó lesionado. Los 8,21 con que abrió el concurso fueron suficientes para cazar metal. Y tras los dos lesionados apareció Eusebio Cáceres. El español ha sido martirizado durante demasiado tiempo por las lesiones y rozó la gloria. Su mejor concurso de la temporada le dejó a tres centímetros del bronce. Estuvo en la pelea hasta el final. Y en el último salto se fue a 8,18. Durante unos minutos estuvo en el podio. Hasta el vuelo decisivo del griego.

Eusebio Cáceres había cumplido con su objetivo colándose entre los finalistas. Tenía la novena mejor marca de los doce saltadores y la siguiente meta era mejorar el séptimo puesto logrado en los Mundiales de Doha. Después de un 2020 de muchos contratiempos físicos, esta temporada había superado los ocho metros dos veces: 8,04 en la Diamond League de Gateshead (Reino Unido) y 8,03 en los Campeonatos de España de Getafe. Su mejor marca personal databa de hace ocho años: 8,37, la segunda española de todos los tiempos, compartida con Joan Lino Martínez y a 19 centímetros del récord de España del recordado Yago Lamela. Su concurso fue de menos a más y tuvo el mérito de hacer en la final sus tres mejores saltos de la temporada (8,09, 8,12 y 8,18). Con el último intento había superado el estadounidense Harrison y era bronce, pero todavía le quedaba al griego una última oportunidad.

Tentoglou es uno de los grandes de la disciplina. Con 23 años ya ha saltado 8,60 y su respuesta fue extraordinaria. Saltó 8,41 para llevarse el oro y dejar a los dos cubanos en los otros puestos de podio. Echevarria intentó un último salto, pero a mitad de pasillo tuvo que frenar con una evidente cojera. Los intimidatorios 8,50 que logró en la clasificación se quedaron en nada. Los 8,41 de su segundo salto “sólo” le valieron para lograr la plata. Y Cáceres, en la que era la oportunidad de su vida, se quedó a tres centímetros del bronce y con la sensación de que tenía un salto de más de 8,20 en sus piernas. El oro y la plata eran inalcanzables, pero el tercer lugar del cajón estaba ahí. Se quedó muy cerca.