Brillantísimo quinto puesto de Adrián Ben en una final de 800 para velocistas

La final de 800 metros ha tenido la configuración táctica que convenía al español Adrián Ben, que mejoró con su quinto puesto en Tokio el sexto con el que sorprendió en el Mundial de Doha. La lucha por las medallas, sin embargo, le quedó lejos porque el paso de la primera vuelta –un 53 muy largo– estaba cortado a medida para los rapidísimos kenianos, que coparon las dos primeras plazas, y para el polaco Patrick Dobek, un antiguo esprinter de 400 vallas que resistió el embalaje de los dos hombres del altiplano para colgarse la medalla de bronce. Por detrás del gallego, entraron dos ilustrísimos de la distancia como el bosnio Amel Tuka o Nijel Amos, delfín de Rudisha en la legendaria carrera de Londres 2012. Respeto.

La táctica que Adrián Ben tenía en su cabeza funcionó hasta que arrancaron Emmanuel Korir, nuevo campeón olímpico, y Frederick Rotich, medallista de plata. Poco antes de los 600 metros, los dos kenianos colocaron una aceleración violenta que pilló al español intentando ganar posiciones en el pelotón, en una lucha codo a codo con el francés Tual que le hizo perder tiempo. En la curva anterior, había recorrido unos metros suplementarios por la calle tres… Demasiadas piedras en el camino a la medalla contra rivales capaces de dar una vuelta a la pista en 45 segundos. El esprint del gallego fue vibrante, como siempre, pero lo dejó quinto. Respeto, otra vez.