Natación

Mireia es de oro

Aventajó en 3 centésimas a la australiana Madeline Groves

La medallista de oro Mireia Belmonte García de España
La medallista de oro Mireia Belmonte García de Españalarazon

Cumple el objetivo que se había marcado: ya es campeona olímpica, tras imponerse en una emocionante prueba en los 200 mariposa. La primera española en la historia que logra un oro en natación

Plata y plata en Londres. Bronce en Río... y ORO. El metal más preciado, la medalla que todos buscan y sólo los elegidos consiguen, ya cuelga en el cuello de Mireia Belmonte. Los 200 mariposa es su prueba. En ella inauguró su palmarés olímpico y también se proclamó subcampeona del mundo en Barcelona. Le faltaba un plus que gracias a la ayuda de Fred Vergnoux y de tanta gente, gracias a su esfuerzo, sobre todo, y a esas jornadas de entrenamiento inhumanas, ha pulido en estos cuatro años para conseguir lo que logró en el Estadio Acuático de la ciudad brasileña. El entrenador francés sabía lo que tenía entre manos y por eso después de las platas de Londres dijo que con ella no se podía conformar con el segundo puesto. «Yo siempre he dicho que hay gente que tiene más talento que Mireia, de hecho de las finalistas es la más pequeña, pero ella lo ha hecho con el trabajo, las ganas y esta pasión que tiene», decía el técnico con los ojos rojos. Había llorado mucho y le costó parar. «Mañana y siempre cuando se levante podrá decir que es campeona olímpica», continuó Fred.

Nadó Mireia camino del oro al ritmo de La Bamba. Con esa música recibieron a las finalistas. Se ajustó las gafas la española. Después se golpeó las piernas, dio dos palmadas, esperó la señal y se lanzó a por la gloria. Esta vez que no dejó que la australiana Groves se le marchara mucho. La tuvo cerca en el primer cien. A los 150 metros ya iba primero Mireia, estaba en cabeza, el oro se acercaba, pero hubo un pequeño momento de duda. Le remontaban. «Me asusté un poco en los últimos metros», admitió Fred. Pero resistió la nadadora. Tres centésimas es lo que separaron la gloria absoluta de la plata. A Mireia de Groves. El bronce se lo llevó la japonesa Hoshi. Dio un puñetazo al agua la española con las dos manos. Sí. Lo consiguió. Lo que pensaba que podía hacer, lo hizo. Sus padres, amigos, compañeros y su novio Javier Hernanz, también olímpico, de piragüismo, que llegó de milagro a la piscina porque acababa de aterrizar en Río, estaban orgullosos en las gradas. Fue el punto final a un día tenso que Mireia y su grupo intentaron relajar. Un poco de entrenamiento, descanso, comida... «Hemos bromeado mucho. De hecho, estaba llorando de risa en la comida con lo que me contaba. Después, viniendo aquí las cosas salen más tensas. Ha hecho nuestra rutina al milímetro y lo que faltaba es competir a tope», relató Vergnoux.

«Es la recompensa a toda una vida», aseguró la española. Quería vivir ese momento con intensidad porque se lo había ganado. Una leve sonrisa fue lo primero que le salió en el podio. Después, la felicitación a la medallista de plata y la de bronce. Sujetó la medalla, la miró, la besó, saludó a la parte de la grada en la que estaban sus familiares. Resopló antes de que sonara el himno. Cerró los ojos. Volvió a resoplar, se mordió el labio y no lloró de milagro. Al final sonrió de nuevo y subió a ver a sus padres y a recoger una bandera de España que la acompañó durante toda la vuelta de honor. «Es lo que he soñado durante toda mi vida, lo tengo aquí ahora y es especial. Es para todos los que trabajan conmigo en mi día a día», comentó después en conferencia de prensa. Va a saborear mucho el éxito, pero antes le queda otra batalla en Río: el 800 libre. Lo nadará como campeona olímpica.

Mireia Belmonte se convirtió en la primera mujer española que gana un oro en natación en unos Juegos Olímpicos. «Ha demostrado que un español puede ganar un oro. Espero que sirva de inspiración», concluyó Fred.