La inquietante desaparición de Blanca Fernández Ochoa

No se descarta ninguna hipótesis: desde la intervención de terceros, circunstancias accidentales o una decisión de carácter personal.

Blanca Fernández Ochoa, la primera mujer española en conseguir una medalla olímpica en unos Juegos Olímpicos de Invierno, lleva desaparecida desde el pasado 23 de agosto. Una desaparición que es definida como «inquietante» y de la que no se tienen noticias de ella, pese a que ya han pasado muchos días de búsqueda continua. La Policía Nacional alertó ayer a través de su cuenta oficial de Twitter de que la esquiadora fue vista por última vez ese día en Aravaca. La denuncia fue puesta por su hija Olivia en el puesto de la Guardia Civil de Las Rozas, pero como ella vivía en Aravaca, esta denuncia fue pasada a la Policía. Hasta ayer, la familia no quiso que se hiciera público. Ahora se busca la colaboración ciudadana para que pueda dar pistas del paradero de una de las mujeres que más ha hecho por el deporte español.

Fernández Ochoa, de 56 años, viajaba, según un mensaje de la Policía en Twitter en un Mercedes clase A de color negro, matrícula 0213CKD. El vehículo lleva una camiseta con la bandera de Canadá en el asiento del copiloto. La Policía incluye en su mensaje los teléfonos 608367251 y el 091 para recibir posible información al respecto.

Según han explicado varias informaciones, Blanca había estado buscando alojamiento en el norte de España en una casa rural, pero ese viaje nunca llegó a realizarse o ella nunca llegó al destino.

Tanto la Policía como la Guardia Civil la están buscando por todos los medios, sin resultados efectivos hasta ahora. No se quiere especular acerca de los motivos y todas las opciones siguen abiertas en la investigación que están llevando a cabo las Fuerzas de Seguridad: desde que haya habido actuación de terceros, que se hayan producido unos hechos accidentales o que sea motivo de una decisión personal de la ex esquiadora.

Hace tiempo que Blanca Fernández Ochoa estaba alejada del deporte. Cuando terminó su carrera deportiva, llevó tiendas con productos de esquí, pero como ella misma había reconocido alguna vez, la crisis también le afectó y tuvo que reinventarse. Apareció en varios programas de televisión, pero ahora está retirada de la vida mediática y se dedica al entrenamiento personal.

Casada y divorciada dos veces, tiene dos hijos. Olivia, que juega al rugby y que es internacional. Fue ella la que puso la denuncia, preocupada por lo que le haya podido suceder tras tantos días sin saber de su madre.