Las claves para que España derrote a Italia en el Mundial

España juega ante Italia (mañana 14:30, Cuatro) los octavos de final del Mundial. Es el partido decisivo, el "día D"para los de Scariolo. La razón es muy simple. España tiene dos partidos en la segunda fase: Italia y Serbia. Los balcánicos a estas alturas del campeonato parecen inalcanzables por lo que han ofrecido ellos y por lo que ha mostrado España. Una victoria ante Italia garantizaría la segunda plaza del Grupo J y el acceso a cuartos, la antesala de las medallas y del pasaporte para los Juegos de Tokio. Una derrota ante los transalpinos obligaría a tumbar a los serbios y a día de hoy...

Nadie puede frenar a Marc. Por minutos (27), por números (15 puntos, 6,3 rebotes y 2,7 asistencias por partido) y por ascendencia en el grupo, Marc Gasol es la clave de España. Y en Italia, como en otras muchas selecciones, no hay un "antiMarc". Italia está huérfana en la zona. Todo su talento se concentra en el perímetro. Los hombres altos (Biligha, Brooks y Tessitori) casi no son ni altos. Si España alimenta a Marc, el agujero que puede hacer el campeón de la NBA puede ser insalvable para los italianos. La primera fase de Italia ha tenido partidos cómodos (108-62 a Filipinas y 92-61 a Angola) y otro revelador de su verdadero nivel (derrota por 92-77 ante Serbia).

Juancho y Claver, decisivos. Si Scariolo ha apostado por dar confianza a "Juanchiviris"y Claver es para que aparezcan en partidos como el de Italia en ambos lados de la pista. Enfrente van a tener a dos de las tres mayores amenazas de los transalpinos, Datome y Gallinari. Ambos tienen kilos, centímetros y piernas para hacer sufrir al alero del Fenerbahçe y al ala-pívot de los Thunder. "Italia es un equipo de nuestro nivel y para ganar tendremos que estar al ciento por ciento. Tiene grandísimos jugadores", asegura Scariolo. Ahí está la pareja de aleros capaz de anotar desde cualquier posición. Pero hay más por fuera. Hackett, un clásico de la Euroliga, es el base titular y Belinelli, escolta de los Spurs, es su francotirador. Los cuatro promedian más de diez puntos por partido. Un desafío también para Ricky y Rudy.

Rotaciones y puntería. Entre los candidatos a medalla sólo hay un equipo que tire peor que España de tres. Y son los lituanos. La selección no anota ni uno de cada tres lanzamientos de larga distancia (32,3 por ciento) y el acierto exterior es básico para que Marc viva algo más cómodo. Ricky, Llull, Rudy, Ribas, Juancho y Claver deben afinar la puntería. Y los jugadores que salen del banquillo tienen que dar un paso al frente. Porque Italia tampoco es que tenga demasiado fondo de armario. Su sexto hombre es el exestudiantil Gentile, un tipo no muy fiable.

Banquillo histórico. Al frente de la escuadra "azzurra"hay una leyenda, Romeo Sachetti. Con 66 años, el seleccionador nacional fue un clásico de la élite continental en los ochenta y uno de los líderes de la que fue una de las pesadillas de España en aquella etapa. La Italia de Sachetti, Meneghin y compañía condenó a la selección a luchar por el bronce en los Juegos de Moscú'80; derrotó a España en la final del Eurobasket'83 y se llevó el bronce ante los de Díaz Miguel en el Eurobasket'85. A su lado está otro clásico, pero de los banquillos, Lele Molin. El veneciano reemplazó a su jefe Messina en el Real Madrid en 2011 y logró la clasificación para la Final Four del Palau Sant Jordi con los blancos. Dos viejos conocidos de Scariolo.