Messi: la pesadilla del mejor

El regreso del jugador del Barça con Argentina terminó en una dolorosa derrota contra Venezuela con el Wanda Metropolitano medio vacío. Leo sigue sin parecerse a Leo con la albiceleste.

«Reagudización de dolor pubiano bilateral». Así explica el parte médico la ausencia de Messi del amistoso de Argentina contra Marruecos el martes. Un dolor en la ingle que le ha hecho regresar a Barcelona de forma inmediata después de que su regreso con la albiceleste no fuese como esperaba. El Wanda Metropolitano estaba medio vacío y ni siquiera la presencia de Leo y la numerosa colonia argentina –y venezolana– en Madrid consiguieron llenar el estadio del Atlético.

La derrota contra Venezuela (1-3) deja tocado al «10», que no había vuelto a vestirse con la camiseta argentina desde que su selección fue eliminada del Mundial de Rusia. El resultado hace profundizar en la idea de que el Messi de Argentina no es el mismo que el del Barcelona. Es la camiseta, es el entorno, es la compañía... o la cabeza de la estrella de la albiceleste.

«Messi es un grandísimo jugador. Le puede dar mucho a cualquier equipo. Al equipo más grande del fútbol o la selección más potente le puede dar cosas», explica en el diario «Olé» Daniel Passarella, el hombre que levantó la primera Copa del Mundo para Argentina en 1978 y que después fue seleccionador. «Cuando juega con el Barcelona, tiene una actitud diferente a cuando juega con Argentina. Se encuentra mejor. A veces suceden estas cosas, que juegas en un equipo y lo haces bien, te quieren, pero no te encuentras a gusto. Le pasa algo como eso», añadía uno de los mitos de la albiceleste.

Los números de Messi con su selección está muy lejos de los que ha conseguido con el Barcelona. Apenas supera el medio gol por encuentro con su país, una cifra que para cualquier otro sería espectacular, pero que se queda en nada comparada con el casi gol por partido que suma con el Barcelona en la Liga.

Scaloni, el seleccionador argentino, se mostraba satisfecho de la actuación de Leo, al que hizo jugar los 90 minutos a pesar de las molestias que tenía y de tratarse sólo de un choque amistoso. «Hizo un buen partido. Las situaciones que generamos fueron todas gracias a su desequilibrio. En el segundo tiempo encontramos más sociedades con él. Duele perder, pero este partido nos sirve muchísimo para ver cómo se asociaban con él y que den un paso adelante los jugadores que lo tienen que dar. Hemos sacado conclusiones de futbolistas que pueden hacer con él cosas lindas», explicaba el técnico, que contaba con Leo por primera vez. «Los demás son los que tienen que dar ese paso. No tengo dudas de eso. De hecho, en el segundo tiempo el equipo lo entendió mucho mas», agregó. Entre los nuevos socios que puede tener Messi en Argentina, su seleccionador destaca la aparición de Matías Suárez «abierto a la izquierda». «Lo entrenamos muy poco, pero habíamos visto que podía asociarse bien con Messi. Hemos visto jugadas interesantes partiendo desde la izquierda. Todavía tenemos que mejorar sobre todo en el centro del campo con Lo Celso y Paredes, que tienen que encontrar más a Messi y a la vez tienen que dar bastante más», afirmó.

La idea de Scaloni es evidente: construir su equipo alrededor de Leo, como si la selección la hiciera realmente Messi. Es algo que ya han intentado otros, pero quizá nunca de manera tan evidente. El que se entienda con Leo está dentro. El que no, está fuera. La prensa argentina y las redes sociales, se han cebado con Benedetto, por ejemplo, que pretendió imitar en el final del encuentro el taconazo de Luis Suárez que le sirvió de asistencia para que Leo marcara uno de sus tres goles contra el Betis en la última jornada de Liga. Una imitación con resultados desastrosos.

Scaloni es el noveno seleccionador que ha tenido Messi desde que debutó con la albiceleste en 2005 con José Pékerman al frente. Basile, Maradona, Batista, Sabella, Martino, Bauza y Sampaoli estuvieron después sin que hasta el momento haya podido conseguir un título con su selección. El único que logró fue el de los Juegos Olímpicos de 2008, con Batista en el banquillo.

A Messi le quedan tres años para llegar al Mundial de Qatar en 2022. Para entonces ya tendrá 35 años. Pero Scaloni quiere aprovecharlo mientras pueda. Que Messi se parezca a Messi.