Ciclismo

Mikel Landa, un seguro de vida para Evenepoel

El ciclista vasco está ejerciendo su papel de gregario de manera brillante en este Tour 2024

Mikel Landa entra en meta durante este Tour junto a Joao Almeida
Mikel Landa entra en meta durante este Tour junto a Joao AlmeidaAgencia EFE

Cuando, hace ahora unos nueve meses, se anunció el fichaje de Mikel Landa por el Soudal-QuickStep de Remco Evenepoel, la sensación del mundillo ciclista fue de cierta incredulidad. Un hombre que había liderado a dos equipos sin lograr victorias de gran nivel –la última, la Vuelta a Burgos de 2021– y con el podio en el Giro de Italia 2022 como mejor resultado.

Pero Patrick Lefevere no lleva 40 años en esto del ciclismo porque tenga mucha suerte. Para aguantar tanto tiempo hay que saber bien lo que se hace. Así que, cuando Evenepoel le dijo que quería a Landa en su equipo, el veterano manager no se lo pensó. De hecho, el propio Remco llamó a Mikel para terminar de convencerlo.

Este movimiento llevaba implícito un cambio de rol en un corredor que siempre ha tenido fama de individualista. Desde las tensiones en Astana con Fabio Aru hasta aquella campaña del #FreeLanda con la que se llenaron las redes cada vez que Movistar le negaba libertad, nunca se ha logrado quitar la imagen de verso suelto.

Y, sin embargo, el alavés ha aceptado su nuevo papel y lo desempeña de manera brillante. A sus 34 años, tiene nivel más que suficiente para codearse con los mejores en la montaña. Y está ejerciendo a la perfección como «niñero» de un corredor como Remco, al que en las últimas grandes vueltas se le ha atragantado la alta montaña. Los puertos largos y sostenidos, que son precisamente los que mejor le vienen a Mikel.

Como el Galibier. Salvo en el ataque final de Pogacar, el de Murguía estaba en el grupo de los mejores cuando apenas contaba con ocho ciclistas. De hecho, Roglic y Carlos Rodríguez dieron muestras de debilidad antes que él. Hecho su trabajo, en el descenso se dejó ir y entró unos segundos más tarde en meta. También se defendió bien en la contrarreloj del pasado viernes, con lo que ahora es octavo en la general. Sin quitarle el ojo a su jefe de filas. Un seguro de vida en la montaña.

El propio Lefevere lo aclaraba en una entrevista al diario «AS» hace unos días: «Cuando se anunció el fichaje mucha gente me dijo ‘‘¿en serio? ¿Landa? ¡Si tiene 34 años’’! Creo que si preguntásemos ahora a esos pesimistas, la respuesta sería otra». Y es cierto.

Si bien el vasco no ha ganado todavía este año, sí ha sido importante para que Evenepoel consiguiera algunas victorias. Comenzaron corriendo juntos en la Volta ao Algarve, donde Mikel hizo varias veces de lanzadera para que rematase su compañero. En País Vasco estuvo con él hasta su caída, y también en el Dauphiné.

Líder en la Vuelta

Además, en su equipo han sabido combinar el cuidado de Remco cuando compiten juntos con el liderazgo en ese calendario que no comparten. De hecho, fue segundo en la Volta a Catalunya mostrando unas piernas magníficas. Habría ganado de no ser por la presencia de Pogacar, que arrasó con todo lo que vio a su paso.

Y volverá a tener otra oportunidad en la Vuelta a España. Allí asumirá la jefatura del Soudal-QuickStep buscando un puesto en el podio, o quién sabe si algo más. Pero no cabe duda de que Mikel Landa se ha adaptado a la perfección a su nueva vida. Y el Landismo lo celebra.