MotoGP

Naufragio en MotoGP

La falta de drenaje del asfalto ponía en peligro a los pilotos, que impusieron su criterio

Las motos no pudieron rodar ayer en Silverstone/ Efe
Las motos no pudieron rodar ayer en Silverstone/ Efelarazon

El Gran Premio de Gran Bretaña de motociclismo ha sido cancelado como consecuencia de las condiciones en las que se encontraba el asfalto del trazado de Silverstone por la lluvia.

Después de más de seis horas de incertidumbre no hubo carreras en Silverstone. Un «espectáculo» que no está a la altura de un campeonato del nivel de MotoGP y que ya se intuía la noche del sábado, cuando las previsiones meteorológicas confirmaban la lluvia para el día siguiente. Pero el problema principal no fue el agua que cayó durante toda la mañana, sino que el responsable fue el mal estado de un asfalto renovado este mismo año y del que los pilotos se quejaron nada más llegar a Silverstone. Todos coincidían en que estaba lleno de baches y que las sensaciones eran incluso peores que el año pasado. Un problema menor, que se convirtió en insalvable cuando el sábado llovió y la curva siete, con una frenada a más de 200 kilómetros por hora, se transformó en una trampa. Era imposible parar la moto en varias zonas del circuito, en las que se acumulaban charcos de varios centímetros por la falta de drenaje de la nueva superficie.

Álex Rins tuvo que tirarse de la moto antes de chocar contra el muro en esa zona y a pesar de sus gestos para avisar a sus compañeros también se cayeron Aleix Espargaró, Rabat y Morbidelli. La moto del italiano golpeó a Tito, que acabó en el quirófano de un hospital de Conventry con una triple factura del fémur, la tibia y el peroné de la pierna derecha.

Un desastre que pudo ser mayor y dejó a todos avisados para el día de las carreras. «Tenemos a un compañero ingresado y la seguridad está por delante. Somos los primeros que queremos estar en pista y competir, pero era imposible. Todos los pilotos menos uno (Miller) hemos estado de acuerdo en que no se podían disputar las carreras», confirmaba Márquez bien entrada la tarde del domingo. En ese momento llegaba la confirmación oficial de que el Gran Premio de Gran Bretaña 2018 no se disputaría ni ayer ni hoy. Durante un momento se pensó retrasar el evento 24 horas, pero no todos los equipos dieron luz verde y también había problemas para contar con todos los trabajadores del circuito necesarios.

La carrera quedará en el limbo, una posibilidad que la organización ya barajaba el sábado por la noche. Por eso se adelantó MotoGP a las 12:30, pasando a ser el primer plato del menú. Se temían lo que iba a suceder y trataron de salvar la categoría estrella. No hubo forma y se confirmó el desastre para los aficionados y para la imagen del Mundial.