Obituario

Muere el árbitro que se apellidaba igual que Franco y cambió para siempre el arbitraje

Franco Martínez era un buen colegiado durante el franquismo, pero su apellido dio muchos problemas por coincidir con el del dictador

Ha muerto el colegido Franco Martínez
Ha muerto el colegido Franco MartínezLa Razón

El exárbitro murciano Ángel Franco Martínez, que provocó que los colegiados en España se conozcan por dos apellidos, ha fallecido a los 85 años, ha confirmado este sábado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

"La RFEF desea mostrar su más sentido pésame a la familia y amigos de Ángel Franco Martínez, árbitro internacional de Primera División de 1969 a 1986. Dirigió dos partidos en el Mundial de Argentina 1978. Fue, además, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros hasta 2018. Descanse en paz", señaló el organismo federativo en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.

La coincidencia de su primer apellido con el del dictador Francisco Franco provocó, a finales de la década de los sesenta y principios de la década de los setenta -cuando aún se conocía a los árbitros solo por un apellido-, titulares incómodos para el régimen, que instó a los estamentos arbitrales y a los medios de comunicación a designar a los trencillas por sus dos apellidos.

Alfredo Relaño contó cómo el colegiado había contado sus problemas por el apellido: "“La misma semana del partido me convocaron a una reunión en el piso del canónigo de la catedral de Murcia. Una cosa rarísima. Tanto que me hice acompañar por el presidente de mi colegio, Manolo Cerezuela. Allí, además del canónigo, estaba el secretario personal del ministro de Gobernación, Garicano Goñi. Había viajado hasta Murcia para verme. Me dijo que me tenía que poner enfermo. El ambiente estaba muy revuelto por el célebre juicio de Burgos, y esperaban montar una zapatiesta en torno a mi apellido. Así que me puse enfermo y me sustituyeron. Y me hizo jurar que no se lo diría ni a mi mujer. Y así lo hice. Sólo al cabo de los años me decidí a contarlo”.

Por esa razón, nunca le dejaron pitar una final de la Copa de Generalísimo: "Fui varias veces como juez de línea, porque para ese partido se colocaba de jueces de línea a árbitros de prestigio, pero no me dieron ninguna final con Franco vivo. Nadie me decía que fuera por eso, pero no podía haber otra razón, y flotaba en el ambiente: ¿se imagina que me hubieran insultado por mi apellido con Franco en el palco? Porque Franco iba siempre y al final daba la Copa. Así que...”"

El murciano dirigió en Segunda División entre 1966 y 1969, año en el que ascendió a Primera, donde debutó en un Pontevedra-Granada. En total, impartió justicia en la máxima categoría del fútbol español 16 temporadas, hasta 1986. Posteriormente, fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la RFEF.