«Nadie nos notificó esta situación»

El Real Madrid se enteró de que estaba cometiendo alineación indebida al filo del descanso, cuando la noticia corrió por el palco, la grada y los banquillos del Ramón de Carranza. Desde ese momento, el encuentro se convirtió en un trámite y lo único importante era saber si el Cádiz denunciaría, como así fue, y cómo el conjunto blanco trataría de defenderse antes de que el juez de al Federación dicte sentencia. Tanto Emilio Butragueño como Rafa Benítez, los dos únicos responsables que se pronunciaron nada más terminar el encuentro, siguieron el mismo discurso y era que nadie dentro de la entidad tenía conocimiento de esta circunstancia. Tanto el director de relaciones institucionales como el técnico insistieron también en que no había mala fe en lo sucedido. Lo malo es que ambas circunstancias no servirían para evitar el castigo: la eliminación automática de la Copa del Rey.

«No ha sido una semana fácil y esta noche tampoco lo está siendo. Desconocíamos esta situación, nunca recibimos una notificación de la Federación ni del Villarreal confirmando esta circunstancia. Cheryshev tampoco sabía nada», explicaba Butragueño. «No ha habido mala voluntad, sólo desconocimiento», repetía. «Sólo nos queda esperar acontecimiento. Un juez decidirá y nuestros servicios jurídicos estudiarán la situación. He hablado personalmente con la Federación y sólo me han dicho que hay que esperar», terminaba el directivo blanco en los micrófono de Movistar TV. Su tono reflejaba la decepción por un error que costará la eliminación, ya que el presidente del Cádiz confirmó que su club reclamará hoy pasar de ronda.

Benítez fue el otro madridista que tuvo que dar la cara. Lo hizo confirmando el desconocimiento y sin querer apuntar a nadie como responsable directo. Agradeció a sus futbolistas el buen partido en unas condiciones difíciles. «No sabíamos nada y cuando nos enteramos sustituimos al futbolista para garantizar la falta de mala fe», expresaba el técnico.

Marcos Llorente, uno de los canteranos que jugó ayer, reconocía que Cheryshev estaba tocado: «No está bien. Es algo raro que no suele suceder. Él no pensaba en eso».