Dinamarca

Nely Carla: «Las mujeres somos un poco supervivientes»

Nely Carla, es lateral en la Selección de balonmano, que en el Mundial de Dinamarca busca medalla y el pase a los Juegos. Además, reflexiona sobre el crecimiento del deporte femenino español

«Aunque nos den palos y nos sintamos débiles, somos capaces de salir»
«Aunque nos den palos y nos sintamos débiles, somos capaces de salir»larazon

Es lateral en la Selección de balonmano, que en el Mundial de Dinamarca busca medalla y el pase a los Juegos. Además, reflexiona sobre el crecimiento del deporte femenino español

Nely Carla Alberto (2/7/83) habla tranquila sobre el balonmano y la Selección y sus opciones en el Mundial, que arranca hoy con el España-Kazajistán (18:15, Tdp). Se acaba de quedar sin equipo porque su último club francés, el Mios Biganos, desapareció, aunque no le van a faltar ofertas en el mismo campeonato galo. Sus padres nacieron en Cabo Verde. Ella, en San Sebastián. Vuelve a jugar con las «Guerreras» un gran campeonato. Las lesiones se lo habían impedido desde 2012. «Primero la rodilla y después una hernia discal», describe.

–¿Qué se aprende de todo eso?

–Pues a ser fuerte. Porque cuando te viene una lesión y quieres salir de ella bien, te sacrificas por llegar al mejor nivel, y si ves que después hay otra lesión, pues a veces la cabeza no reacciona como debería. Pero no sé si porque soy cabezona... Se pasa mal, pero te hace aprender mucho. Te hace saber que las lesiones están ahí y que te tienes que cuidar para evitarlas.

–¿Hay alguna parte del cuerpo que no le duela tras un partido?

–Antes, de joven, no me dolía, pero ahora cuando terminas, se te resiente un poco la rodilla, la espalda... las lesiones que has tenido se acentúan un poco.

–Dice que es cabezota. ¿Cuánto tiene de vasca?

–Cabezota soy un poquito. Lo que sí es verdad es que me gusta salirme con la mía.

–¿Cuándo comenzó a jugar?

–Comencé en el colegio amarillo, que llamamos nosotras, de Bidebieta. Y empecé, pues por tontería, porque yo lo veía en la tele, pero veía balonmano de chicos, y dio la casualidad de que en el colegio iban a hacer un equipo. Aunque no tenía mucha idea, empecé a probar y a jugar. Después me reclutó el Bera Bera.

–Y llegó a la Selección, con la que, entre otras cosas, ganó el bronce olímpico. ¿Cómo recuerda aquel partido de infarto ante Corea?

–Poca gente ha vivido algo así y no lo cambio por nada. Fueron un cúmulo de sensaciones: nerviosismo, seriedad, concentración... Lo que queríamos es que terminara y llevarnos la medalla. Fue emocionante hasta el final y eso se va a recordar toda la vida. Hasta los Príncipes, que vinieron, nos dieron besos y abrazos. Es gratificante. Me gustaría poder vivir otra Olimpiada.

–Pueden lograrlo en el Mundial...

–Vamos con las aspiraciones de intentar quedar primeras para ir a los Juegos directamente, pero sobre todo, de lograr medalla.

–Se ponen la máxima presión. ¿Es positivo o negativo?

–Esa presión es mala porque tenemos que hacer un buen papel porque vamos a tener mucha gente detrás, pero también es buena porque se demuestra que el balonmano femenino está siendo mediático, y eso nos da fuerza. Todos van a ir llevarse medalla y estará complicado. Está Noruega, Brasil, Corea, Dinamarca... Pero tenemos la fortaleza física y mental para llevarlo a cabo. El preolímpico lo tenemos asegurado, y si no quedamos primeras y hay otros resultados, también tendríamos la posibilidad de ir directas a Río, pero vamos pensando en nosotras mismas.

–¿Cuál es la clave del equipo?

–Que somos muy guerreras. Luchamos todos los balones, y aunque puedan ir las cosas mal, somos capaces de levantarnos.

–¿Y qué tiene la deportista española, que está al alza?

–Yo creo que nosotras somos un poco supervivientes. Aunque nos den palos o nos sintamos un poco débiles, somos capaces de sacar fuerza y nos apoyamos en eso. Mentalmente, nos pueden pasar cosas, pero logramos salir.

–Pero la liga española no está en su mejor momento. Usted se tuvo que ir a Francia.

–Al fin y al cabo es nuestra pasión, pero también vivimos de ello, y a causa de la crisis no se ha podido mantener a las jugadoras. Nos hemos tenido que buscar nuestras castañas y nos hemos visto obligadas a salir fuera.

–Defínase como jugadora.

–Todo el mundo me caracteriza por la fortaleza. Reconozco que soy fuerte, pero también creo que a veces doy serenidad al equipo.

–¿Y fuera de las pistas?

–Me gusta estar en casa reposando y pasear con mi marido y con la perra. No soy hiperactiva en plan ahora hago esto, ahora lo otro. Me considero tranquila y reflexiva.