Paulinho... ¡sorpresa!

Es el tercer máximo anotador del Barça, por detrás de Messi y Suárez. Con sus llegadas desde la segunda línea, lleva seis goles.

Paulinho ha tenido que volver a luchar contra la adversidad y de nuevo está saliendo victorioso. Así es la historia de un brasileño atípico tanto por lo que hace en el campo como por su trayectoria. Con 16 años se fue a jugar a Lituania, al Vilnius, equipo en el que tenía varios compatriotas, sí, pero un brasileño en Lituania... Allí sufrió episodios de racismo en su segundo año y le salió la oportunidad de ir a Polonia, otro destino antinatural para él. Lo que le sucedió en el LKS Lodz fue que tuvo problemas de pago. Volvió a casa. Se acabó el fútbol. «Lo dejo», pensó, pero fue convencido para volver al club en el que había jugado de pequeño, el Pao de Açucar. «Mi exmujer me dijo: “Es una falta de respeto hacia tus padres por todo lo que han luchado por ti, por las veces que te han acompañado estos años... ¿Vas a olvidar lo que hicieron por ti desde que tenías cinco años?”». Éste fue el detonante para que no abandonara el sueño de su vida, según confesó el futbolista en una entrevista a «El Periódico». Fue su primer renacimiento, que le llevó a la serie B italiana (al Bragantino) y de nuevo a Brasil, para triunfar en el Corinthias.

Su siguiente reto fue la Premier, el Tottenham, y el resultado... La revista «Four Four Two» lo calificó como el peor fichaje de la historia del club por precio (20 millones)-resultado. Estuvo seis meses casi sin jugar y le salió la oportunidad de ir a China de la mano de Scolari. Fue su segundo renacimiento, el que le llevó en verano al Barcelona, de nuevo entre dudas: fichó por 40 millones, tiene 29 años y llegaba de un campeonato menor... Muchas sospechas, aunque se eludía que, pese a todo eso, es titular con Brasil. «Es un perfil diferente de futbolista, nos aporta algo que no teníamos», afirma Valverde, encantado con su llegada. Obviamente, Paulinho no es Xavi ni juega a lo mismo que Xavi, aunque muchas veces juegue en la misma posición de volante que el excapitán, pero ya ha dejado su sello. «Tiene mucha fuerza y llega muy bien al área desde la segunda línea», continúa el entrenador del Barça. Así, lleva seis goles, todos en la Liga, y en el equipo sólo lo superan Messi y Suárez, aunque su porcentaje de acierto sea mayor. Mientras Leo ha necesitado 80 remates (44 de ellos a puerta) para lograr sus 14 goles, y Luis Suárez 37 (23 entre los tres palos) para sumar 9, Paulinho ha logrado seis dianas en 18 intentos (nueve a puerta). Cada tres remates, un gol. ¿Por qué? Llega desde atrás y... zas. «Se relaciona muy bien con el gol porque acompaña muy bien al equipo. Tiene fe y nos está ayudando mucho», insiste Valverde. Cinco de sus seis goles han sido a un toque, y tres de ellos, después de aprovechar los rechaces del portero o de los postes. Sólo contra el Getafe necesitó dos controles antes del remate definitivo, pero se había incorporado desde la segunda línea para recibir el envío de Messi. El argentino le ha dado tres de sus seis dianas, una de ellas involuntariamente, al venir la pelota despedida del poste. Se entienden bien. «Es un privilegio correr para él», admite el brasileño. Paulinho es el centrocampista azulgrana que menos pases da y el que menos participa en la elaboración, aunque sí recupera muchos balones.