Fútbol

El récord de la Roma, a entrenador por trimestre en 2024

Claudio Ranieri será el cuarto entrenador romano este año. El equipo está peleando por alejarse de la zona de descenso

Ivan Juric ha sido el último entrenador cesado en la Roma
Ivan Juric ha sido el último entrenador cesado en la RomaAgencias

Despedido el croata Ivan Juric, tras la derrota en casa ante el Bolonia, el Roma ha firmado a Claudio Ranieri, el cuarto entrenador en lo que va de 2024. Una gestión de la propiedad, en manos de la familia estadounidense Friedkin, que va de desastre en desastre y tiene al equipo a sólo cuatro puntos del descenso y con la temporada prácticamente sentenciada en noviembre.

Desde el despido de Mourinho en enero de este año, la Roma ha ido en caída libre. Ha pasado de ganar la Liga Conferencia en 2022, de jugar la final de Liga Europa en 2023 y de soñar con volver a Champions a ser un equipo incapaz de ganar fuera de casa, duodécimo, a diez puntos de Europa y alejado del máximo rival, un Lazio que ha llevado el camino opuesto en lo que a crecimiento se refiere.

Hace ya varias temporadas que en la Roma reina el caos. Idas y venidas de entrenadores, críticas feroces de la afición y estrategias de mercado a veces incomprensibles que han conducido al club a las destituciones de dos entrenadores en la presente campaña, así como a la dimisión de la CEO del club, la griega Lina Soulokou, un desorden que tiene a Dan y Ryan Firedkin, los propietarios, en el punto de mira.

Para entender bien el contexto de lo que pasa en la «Loba» hay que viajar a 2020. La propiedad del Roma recae en capital estadounidense, en la familia Friedkin. Dan y Ryan son la cara visible, aunque es el primero de ellos, productor de cine, el que figura como dueño y presidente del club desde que lo adquiriera en 2020 por unos 600 millones de euros.

Desde entonces la inversión ha sido de casi mil millones de euros con los que quería devolver al Roma a la Liga de Campeones de manera habitual, crear un proyecto asentado en la élite. Objetivo que no se ha cumplido. La última vez en Champions fue en los octavos de 2018-19. Casi mil millones de euros que se han saldado con un séptimo puesto y tres sextos consecutivos. Una gran inversión que, además, tendrá que ser superior si el Roma quiere tener su propio estadio.

Desde el despido de Daniele De Rossi en la cuarta jornada, la afición montó en cólera. La llegada de Juric no solo no apaciguó las aguas, sino que aumentó la crispación.

Muchos motivos entran en este sentido. Los malos resultados, obviamente, es lo principal. De 12 partidos que duró la «era Juric», el Roma solo ganó cuatro. Fue ante rivales en teoría más débiles como el Udinese, el Venecia, el Dinamo Kiev y el Torino. Los otros 8 encuentros se saldaron con 5 derrotas y 3 empates. No gana a domicilio desde el 25 de abril.

Antes, con De Rossi, el Roma no conoció la victoria en la temporada. Datos que saldan la actual campaña, contando los partidos de ambos técnicos, con 4 victorias en 16 partidos contando todas las competiciones.

Tampoco ayudó a Juric su gestión con el alemán Matts Hummels, al que apenas dio 25 minutos ante el Fiorentina por la expulsión de Mario Hermoso. Partido en el que, además de la dolorosa derrota, Hummels marcó gol en propia puerta. Ahora, en Italia se rumorea que el central podría salir en invierno. Síntomas de una gestión paupérrima del club.

Y mucho menos el último episodio con el argentino Paulo Dybala, que no estuvo presente en los dos últimos partidos. El sábado se filtró que la decisión de dejar fuera esta jornada al argentino Paulo Dybala pudo responder a algo totalmente diferente a lo que dijo Juric en rueda de prensa. Y es que entre el balcánico y los jugadores nunca hubo conexión. Por eso llega Ranieri.

Tres entrenadores en nómina

En el horizonte, como posible sustituto de Juric, aparecía la figura de Roberto Mancini, recientemente destituido como seleccionador de Arabia Saudí y exentrenador del Inter o el Manchester City. Además, el italiano Massimiliano Allegri, ex de la Juventus, está sin contrato y el club lo valoró como una de las opciones. En el ámbito internacional, Edin Terzic o Thomas Tuchel también apuntaban a ser opciones viables. En un momento se valoró incluso la vuelta de De Rossi, pero la leyenda del club romano no se puso a disposición. La entidad, que quería liberar dinero con la venta de Dybala en verano, tendrá en breve a tres entrenadores en nómina. De Rossi, con contrato hasta 2027 –unos 10 millones de euros–, Juric hasta 2025 –2 millones– y Claudio Ranieri, que llega al banquillo del Olímpico para variar el rumbo de una entidad en crisis.