El salto de longitud a lo Superman del Mundial que se ha hecho viral y el peligroso motivo por el que se produjo

Una de las imágenes del Mundial de atletismo al aire libre que se está celebrando en Budapest que se ha hecho viral ha sido el salto de longitud del jamaicano Carey McLeod, que sale literalmente volando a lo Superman con los brazos por delante y aterriza en el foso de forma muy peligrosa.

Ha sido carne de memes: que si no parece la técnica adecuada para la longitud, que si por qué salta como si le hubieran lanzado una bomba, que si el tío Phil acababa de echarlo de su casa en Bel Air... Pero en el fondo hay un problema que tiene preocupado al mundo del atletismo. El viejo sistema para determinar si un salto era nulo o bueno, con la plastilina, murió el año pasado y dio paso a la tecnología: ya no hay jueces allí presentes ni banderas roja y blanca. Las tablas de batida se han cambiado por otras hechas de pintura sintética, y eso unido a las nuevas suelas de fibra de carbono de las zapatillas hace que se hayan convertido en una trampa porque son resbaladizas. El tobillo de McLeod giró al pisar y por eso se vio obligado a hacer lo que hizo, como recurso. El tobillo de McLeod es uno más de los que han caído este curso. Hace un par de semanas, por ejemplo, le sucedió al decatleta sueco Fredrik Samuelsson, que sufrió varias fracturas, tuvo que pasar por el quirófano y se perdió el Mundial.

McLeod se hizo daño en el tercer salto, fue tratado, pero no pudo competir ya en condiciones. Sus tres siguientes intentos se convirtieron en dos saltos por debajo de ocho metros y un nulo. En el sexto salto, su compatriota Tajay Gayle le arrebató la medalla de bronce. El drama para McLeod no había terminado porque el puesto en el podio lo pierde con la misma marca que Gayle, 8,27, pero con un peor segundo registro (7,90 él por 8,17 del finalmente tercer clasificado). Le fue imposible mejorar por su lesión después del incidente que había tenido.

El concurso, por lo demás, fue apasionante y competido hasta el final. Otro jamaicano, Wayne Pinnock, ya cantaba victoria, pero en el último intento el griego Tentoglou se fue más lejos que nadie, a 8,52, para firmar así la triple corona: ya era campeón olímpico (en los Juegos de Tokio 2020) y doble de Europa (Berlín 2018 y Múnich 2022). Le falta el título mundial.