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Australia acorrala a Djokovic: lo único que puede evitar su deportación

El primer ministro sugiere que el tenista serbio será expulsado del país

El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha sugerido que Novak Djokovic será deportado y no podrá disputar el Open de Australia a menos que pueda demostrar una exención médica que le permita no vacunarse contra el covid-19. Morrison dijo que esperaba que las autoridades “implementaran la política del gobierno” de permitir solo la entrada en Australia a personas completamente vacunadas o con exenciones médicas.

Morrison insistió en que las personas que llegan a Australia deben tener la doble vacuna para poder ingresar en el país. Preguntado por si los no residentes que no tienen la doble vacunación son un riesgo para la salud pública, Morrison evitó nombrar a Djokovic: “Todo lo que diré simplemente es la razón que tenemos desde el 15 de diciembre, en la que los titulares de visados totalmente vacunados podían viajar a Australia sin necesidad de solicitar una exención de viaje. Ese individuo tiene que demostrar que está doblemente vacunado o debe proporcionar una prueba aceptable de que no puede vacunarse por razones médicas”. “Esa es la política, esa política no ha cambiado. Por supuesto esperamos que las autoridades apliquen la política del gobierno cuando se trata de esos asuntos”, insistió.

Djokovic admitió que había cometido “errores humanos” al rellenar los documentos para entrar a Australia y acudir a una entrevista con un medio deportivo tras conocer su positivo por la covid-19. Ahora se enfrenta a una posible pena de hasta cinco años de cárcel por proporcionar datos falsos.

El primer ministro australiano quiso dejar claro que el hecho de obtener un visado no garantizaba que se cumplieran todas las condiciones para entrar en el país: “Es posible que hayan adquirido un visado recientemente, es posible que hayan adquirido un visado hace algún tiempo y estén regresando ahora, cuando algunos de estos problemas no existían en ese momento. Por eso es importante distinguir entre el visado y la condición para atravesar la frontera. No son una misma cosa y a menudo se confunden y no debería ser así”.

“Si no eres ciudadano o residente, entonces se aplican las normas sanitarias que tenemos para proteger nuestras fronteras. Y nuestras políticas de protección de las fronteras han sido fundamentales para los logros del gobierno en lo que respecta al covid-19 y los logros de Australia en general al tener una de las tasas de mortalidad más bajas”, continuó Morrison.

Djokovic recibió un visado el 18 de noviembre y llegó a Melbourne el 5 de enero con una exención aprobada por el jefe médico de Tennis Australia y un panel de expertos independientes del gobierno de Victoria. Sin embargo, cuando llegó a Australia, el serbio fue retenido en la frontera y su visado cancelado por las autoridades, alegando que una reciente infección por covid-19 no era suficiente para una exención de los estrictos requisitos de vacunación de Australia.

El serbio recurrió a los tribunales, que le dieron la razón y restablecieron su visado, aunque no acabaron ahí sus problemas. El tenista está pendiente de la decisión del ministro de Inmigración, Alex Hawke, quien tiene la potestad de pedir que se cancele el visado de Djokovic acogiéndose a una de estas tres razones: que el tenista serbio supone una amenaza para la salud pública, al no estar vacunado; que el titular del visado “no convence al ministro de que no existe motivo” para no cancelarlo; y que esa cancelación del visado sea de interés público. La decisión de Hawke se producirá, como muy pronto, el viernes, según informa la prensa australiana.

Mientras, se ha celebrado el sorteo del Open de Australia y Djokovic ha quedado encuadrado en la misma parte del cuadro que Rafa Nadal, al que se podría enfrentar en semifinales siempre y cuando no sea deportado del país.