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Polémica

David Ferrer, capitán de la Davis, demasiado sincero sobre la ausencia de Alcaraz: "Me decepciona"

El campeón español, muy cansado después de ganar el US Open, no estará en Marbella en el duelo de España contra Dinamarca

David Ferrer, decepcionado con Carlos Alcaraz Jorge ZapataEFE

La Copa Davis 2025 tiene una cita en Marbella este fin de semana. España, capitaneada por David Ferrer tiene por delante un desafío exigente: medirse a Dinamarca en busca del pase para la fase final de la competición, que se disputará en Bolonia. El sorteo ha querido que el rival inicial sea un conjunto que, aunque con menos tradición tenística que el español, cuenta con una figura indiscutible: Holger Rune, líder absoluto de la selección danesa.

Alcaraz renunció a la Davis

La eliminatoria se presenta marcada por las ausencias en el equipo español. En condiciones normales, España podría haber alineado a jugadores de primer nivel, con Carlos Alcaraz como punta de lanza, acompañado por Alejandro Davidovich y con Marcel Granollers como referente en dobles. Sin embargo, ninguno de los tres estará disponible en Marbella. Alcaraz, flamante campeón del US Open, ha decidido tomarse un descanso tras una temporada de enorme desgaste físico y mental. Davidovich arrastra problemas que le impiden competir al máximo nivel, mientras que Granollers tampoco ha podido recuperarse a tiempo de sus molestias.

De esta forma, la convocatoria española se ha visto modificada y dependerá de un bloque sólido pero menos mediático, compuesto por Pedro Martínez, Jaume Munar, Roberto Carballés y Pablo Carreño. Cuatro jugadores que conocen bien lo que significa pelear en torneos duros, acostumbrados a ganarse cada punto desde el fondo de la pista y que, bajo la dirección de Ferrer, afrontan la cita con ilusión y compromiso.

El propio capitán lo resumía en la rueda de prensa previa al debut: “El equipo está bien e ilusionado. Ellos se conocen desde hace tiempo, el ambiente es bueno”. Sus palabras buscaban transmitir confianza en un grupo que, aunque no cuenta con el brillo de sus grandes estrellas, mantiene la esencia de la garra española en la Davis. Ferrer, además, no ocultó su satisfacción por los éxitos recientes de los jugadores ausentes: “Estoy contento por Marcel, en dobles, y por Carlos, por conseguir el US Open”.

Ferrer, el capitán, contrariado

Pese a esa alegría, también dejó clara la dificultad que supone afrontar la eliminatoria sin figuras de tanto peso. Sobre Granollers, explicó que su ausencia estaba prevista: “Marcel sabía que tenía problemas físicos y que no vendría”. Sin embargo, el caso de Alcaraz fue diferente y más doloroso para él: “Carlos fue una sorpresa, es una pena y a nivel de capitán es duro porque es una baja muy importante”. Ferrer comprendió que el murciano necesitara descansar tras un calendario agotador, pero al mismo tiempo no pudo evitar mostrar cierta decepción: “Acepto que Carlos no venga, cada uno mira por sus intereses. Carlos siempre ha tenido compromiso con la Copa Davis”.

Esa dualidad de sentimientos quedó aún más patente cuando Ferrer reflexionó sobre su propia etapa como jugador: “Cuando yo venía como jugador era un privilegio, era algo que te ilusionaba estar. Es verdad que hay momentos en los que necesitas parar”. Sin embargo, matizó con sinceridad: “Cuando renuncia un jugador me decepciona. Veo otros equipos que nadie renuncia y que en nuestro equipo lo hagan, es algo que me sorprende mucho”.

Para Ferrer, la Davis siempre fue sinónimo de compromiso y orgullo, un torneo donde se dejaba todo por representar a España. El tenis actual, sin embargo, está marcado por la exigencia de un calendario más saturado, donde los jugadores deben equilibrar ambiciones individuales con el esfuerzo colectivo que requiere esta competición.

En cuanto al enfrentamiento contra Dinamarca, el análisis pasa inevitablemente por Rune. Dinamarca depende mucho de él, y su rendimiento marcará las opciones del equipo. España, por su parte, buscará apoyarse en la experiencia de Carreño y en la solidez del resto de jugadores para intentar frenar al número uno danés y, al mismo tiempo, ganar los puntos clave en los partidos más equilibrados. Jugar en casa siempre supone un plus para España, que históricamente ha encontrado en la Davis una forma de unir al público con los jugadores, creando un ambiente que multiplica las fuerzas del equipo. Ferrer confía en que ese apoyo sea decisivo para que su plantilla, aun mermada por las ausencias, pueda dar un paso adelante.