Mala racha
Djokovic hasta lanzó la raqueta a la grada de desesperación... Y terminó derrotado por su amigo Lajovic
El número uno cae en Bosnia ante Lajovic (6-4 y 7-6 [8/6] y arrastra problemas en su codo maldito
Novak Djokovic sigue sin arrancar en la gira europea de tierra batida y la preocupación continúa en torno a él y a su codo derecho. En Montecarlo saltaron las alarmas cuando en un entrenamiento con Berrettini se llevó la mano varias veces a la zona y se quejó de manera notable. Jugó con un aparatoso vendaje y no jugó bien, cayendo en octavos ante el italiano Lorenzo Musetti. Se marchó del Principado con un cabrero tremendo rumbo a Bosnia y Herzegovina para disputar un 250 en Naja Luka (el año pasado se jugó en Belgrado) en el que dejó dudas en el estreno ante el francés Van Assche, número 87 del mundo, contra el que tuvo que remontar un set (6-7 [4/7], 6-3 y 6-2), y las confirmó en cuartos contra su amigo Lajovic, que lo dejó fuera con un triunfo por 6-4 y 7-6 (8/6).
Pese a jugar algunos puntos marca de la casa, Nole estuvo incómodo en todo momento, a remolque, y el clímax lo vivió en el tie break: iba 6-3, dominaba, parecía que llevaría el partido al set definitivo, donde suele dar el golpe de gracia, pero perdió cinco puntos consecutivos y con ello se le fue el desempate y el partido. También mostró su desesperación cuando lanzó la raqueta a la grada.
No es la primera vez que hace algo así y es evidente que la tira sin maldad y despacio, pero algún día podría acarrearle algún problema. Eso sí, el aficionado al que le fue a parar la raqueta se lo pasó en grande e incluso se hizo una foto.
El resultado fue otro fiasco del número uno del mundo, puesto que seguirá manteniendo, aunque el lunes perderá 105 puntos y está por ver lo que pasa con Alcaraz en Barcelona, donde defiende título. Suele costarle al serbio el arranque en tierra batida y muchas veces lo hace al ralentí y termina arrasando porque es una superficie que también domina, pero esta inesperada derrota y sobre todo la incertidumbre sobre lo que pase con su codo, hace que las alarmas estén encendidas. No hay que olvidar que de esa zona se operó en 2018 después de pasar por un calvario que le hizo perder su tenis en 2017, año en el que cayó en segunda ronda en el Open de Australia, en cuartos en Roland Garros y Wimbledon y no fue el US Open. Es la única temporada desde 2011 que ha terminado sin un nuevo Grand Slam en su palmarés. Después de operarse todavía le costó un poco recuperar la confianza, pero su victoria en las semifinales de Wimbledon ante Nadal en un partido que duró cinco horas y media y que empezó un viernes y tuvo que terminarse un sábado fue el click definitivo para volver a ser el jugador dominante que era y que es. La próxima parada de Djokovic será el Mutua Madrid Open, a ver qué pasa con ese codo...
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