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Londres

El año mágico de Nadal

Con nueve torneos ganados puede superar su récord de 2005

El año mágico de Nadal
El año mágico de Nadallarazon

Catorce meses después, Nadal vuelve a ser el número dos del mundo. Acumula 8.860 puntos, a poco más de 2.000 del líder de la ATP en una temporada casi perfecta. Las cuentas de Rafa son muy claras para recuperar el número uno. Si gana el Abierto de Estados Unidos y el serbio no alcanza la final, Rafa volverá a ser el líder de la ATP allá por el 10 de septiembre. A diferencia de anteriores ocasiones, Nadal no oculta que uno de los objetivos en lo que resta de año es ese: «Hay un objetivo que está ahí, que es posible y lo voy a intentar hasta el final», confesó a Televisión Española desde Cincinnati.

Rafa ha disputado seis Masters 1.000 esta temporada y los ha ganado todos salvo el de Montecarlo. Es la prueba más reciente de que se encuentra ante el mejor año de su carrera. Es cierto que en 2005, el año en que le descubrió todo el planeta, se llevó un total de 11 títulos (Costa do Sauipe, Acapulco, Montecarlo, Barcelona, Roma, París, Bastaad, Stuttgart, Canadá, Pekín y Madrid), pero la diferencia con este año es que entonces necesitó disputar 21 torneos y «sólo» cayeron cuatro Masters 1.000. Su fiabilidad en 2013 no admite comparación con ninguna de sus anteriores temporadas. El único punto negro es la eliminación en primera ronda de Wimbledon. Al margen de lo sucedido en Londres ha jugado las finales de todos los torneos que ha disputado y sólo ha caído en dos: Viña del Mar y Montecarlo. Todo lo demás son títulos para un total de nueve y eso que todavía le quedan pendientes casi tres meses de competición con al menos cinco citas obligatorias: Open USA, Pekín, Tokio, París-Berçy y la Copa Masters.

Mientras Nadal afronta el último «Grande» con la mirada puesta en el número uno, en la lista de la ATP destaca que Ferrer sigue ocupando la cuarta plaza y que Federer ha caído hasta la séptima. Desde el 28 de octubre de 2002 no estaba el suizo tan retrasado, aunque eso al final puede ser un problema para más de uno en el sorteo de Flushing Meadows. Federer puede ser el rival en cuartos de cualquiera de los cuatro primeros del ránking.