Serena Williams
Ferrer, rápido y silencioso
Ferrer repetirá semifinales en Roland Garros por segundo año consecutivo, tras derrotar en cuartos a su compatriota Tommy Robredo por 6-2, 6-1, 6-1 en ochenta y cinco minutos.
Se acabó la aventura de Tommy Robredo en París. El héroe de la primera semana en Roland Garros volvió a verse dos sets a cero abajo... pero esta vez no hubo remontada ni milagro como en las tres anteriores. Cansado seguro que estaba, pero es que además ayer tenía enfrente a David Ferrer, que venció 6-2, 6-1 y 6-1 y accede por segundo año a las semifinales del «Grand Slam» de tierra. «Hasta cuando estás al cien por cien es difícil contra David. Si no lo estás, hay poco que hacer», reconoció Tommy, desbordado por su rival en casi todos los puntos, planteados a ritmo, a ver quién aguantaba más, y en los que Ferrer ganaba terreno palmo a palmo.
Mientras las miradas se han ido centrando en las dudas de Nadal, en la búsqueda por parte de Djokovic del «grande» que le falta o en los tenistas locales, Ferrer ha ido haciendo camino en silencio en la Suzanne Lenglen, la segunda pista en importancia del torneo. Ni una vez ha pisado la central en esta semana y media. Ha permanecido en la sombra, aunque seguro y solvente para llegar hasta la penúltima ronda más fuerte que nunca, sin perder un solo set. Pese a que cada vez juega más agresivo, su tenis se basa en el desgaste del oponente, pero sólo ha necesitado 8 horas y 48 minutos para volver a luchar por su primera final en París. «Llego sin mucho desgaste», afirma el tenista de Jávea. Además, ha sumado 36 «breaks» de 74 oportunidades, que son muchísimos. Pero es que estamos hablando del rey del resto. Ferrer responde mejor que nadie a los primeros saques de los rivales. Hasta Roland Garros, lideraba el ranking en este aspecto, con el 36 por ciento de puntos ganados cuando recibe el primer servicio (634 de 1772). Nadal le iguala en porcentaje, pero ha jugado menos puntos (530/1488).
Derrota de Federer
El viernes, David jugará en la central por primera vez contra la esperanza francesa, Jo-Wilfried Tsonga. Son 30 años sin que un jugador local gane Roland Garros (Yannick Noah, 1983) y 25 sin que acceda a la final (Henri Leconte, 1988). Tsonga lo tiene a tiro en un torneo en el que se está mostrando tan seguro como Ferrer. También llega a la cita con el español sin haber perdido un set y con apenas 15 minutos más en pista, y eso que en cuartos tuvo que deshacerse de Roger Federer (7-5, 6-3 y 6-3). «Es triste cómo perdí. No he estado a la altura», reconoció el suizo, muy fallón y que espera a la hierba de Wimbledon para buscar su decimoctavo trofeo «grande».
«No me hago películas. Si gano será mi primera final de un "Grand Slam"y si no, es un partido más. Hay cosas más importantes en la vida que un partido de tenis», dice Ferrer, en plan zen, mentalizándose para la batalla. Así define a Tsonga: «Su primer servicio es muy bueno y tiene un alto porcentaje». Pero él le estará esperando con su portentoso resto. En el cara a cara entre ambos, «Ferru» se impone por 2-1.
✕
Accede a tu cuenta para comentar