Nadal, como nunca

Nadal no estará en Buenos Aires defendiendo la candidatura de Madrid 2020 por dos motivos más que justificados: se ha empeñado en ganar su segundo Abierto de Estados Unidos y en acercarse lo más posible al número uno del mundo. Rafa está jugando en Nueva York como nunca y su última víctima ha sido Tommy Robredo. Su compañero la próxima semana en la Copa Davis fue muy claro al final de un partido de una hora y 40 minutos en el que sólo pudo sumar cuatro juegos: «Es que Rafa te hace estar incómodo incluso cuando se equivoca de tiro. Y luego, le pegas fuerte y ves que llega; le vuelves a pegar fuerte y ves que vuelve a llegar...». Nadal está mejor que nunca sobre las pistas rápidas estadounidenses. Lo sabe él y también sus rivales.

En semifinales le espera Richard Gasquet. El francés, dos semanas más joven que Rafa, estaba llamado a ser su antagonista allá por 2003 cuando ambos aparecieron en el circuito, pero nunca ha terminado de desarrollar todo el potencial que apuntaba antes de cumplir los 18. Un positivo por cocaína en 2009 le tuvo un año sancionado y desde entonces ha regresado y se ha instalado sin demasiadas dificultades en el «top 20». Su revés es el más estético del circuito, pero su consistencia mental rara vez coincide con el talento de su raqueta. Para alcanzar sus primeras semifinales en Nueva York se deshizo en cinco sets de David Ferrer. El español arrastraba problemas físicos desde hace semanas y pese a remontar dos mangas terminó cayendo en la quinta. Pocas veces ha sido Nadal tan favorito en una semifinal de «Grand Slam» como lo es ante Gasquet. Se han enfrentado en diez ocasiones –una de ellas en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos de 2009– y Rafa puede presumir de un pleno de victorias. Gasquet se lo tomó ayer con mucha filosofía. «Recuerdo un torneo sub'14 en el que gané a Rafa», comentó en tono de broma. No sólo los precedentes sonríen a Nadal. En su primer set ante Robredo fue una trituradora. «Ha sido muy positivo, muy bueno. No esperaba jugar a este nivel porque ha sido el primer set que juego al ciento por ciento en lo que va de año», aseguró. De los problemas físicos nadie se acuerda. Sus movimientos en la pista son mejores que nunca, cambia direcciones, el servicio es digno de un gran sacador, no puede ser más agresivo... Robredo sufrió a un Nadal que hasta ahora no se había visto en Flushing Meadows.

Después del partido, Nadal tuvo tiempo para hacerse una foto con una bandera de Madrid 2020 y mandar todos sus ánimos a la candidatura de la capital en Buenos Aires. «Lo único que no voy a poder hacer, por suerte, es estar allí y digo por suerte porque estoy aquí, sino pues ojalá, me hubiera encantado estar en Argentina apoyando una causa tan bonita. España se merece una alegría como ésta, ya que sería un empujón anímico muy positivo para nuestro país». Nadal empuja desde Nueva York.