Baloncesto

Willy Hernangómez, de besar el escudo del Real Madrid a ídolo del eterno rival

Canterano blanco y aplaudido cada vez que visitaba como espectador el WiZink Center, ahora sufrirá la ira de su ex afición cuando vuelva con el Barcelona

Willy Hernangómez, con la selección
Willy Hernangómez, con la camiseta de la selección españolaEuropa Press

Hay gifts en Twitter de Willy Hernangómezlevantado de su asiento en el WiZink Center, besando el escudo de la camiseta del Real Madrid que vestía como aficionado, y en medio de una atronadora ovación del público. El pívot se formó en la cantera del Real Madrid, ha jugado cuarenta partidos con el primer equipo y siempre que su agenda NBA se lo permitía se pasaba por la calle Goya para animar al Madrid y saludar a sus ex compañeros, algunos de ellos amigos. El club blanco tenía sus derechos para el regreso a Europa que se va a producir ahora pero por la puerta azulgrana. El pívot ha firmado tres años de contrato con el Barcelona, después de que el Real Madrid no igualara la oferta haciendo efectivo el derecho de tanteo.

Consideran en Valdebebas que el sueldo que le paga el Barcelona está fuera de mercado y que rompe unos planes que pasan, principalmente, por sellar la renovación de Eddy Tavares, el pívot más determinante del momento en Europa. Unos cientos de miles de euros, no muchos, separan a ambas partes, pero lo lógico es que el de Cabo Verde siga siendo el pilar sobre el que gire el juego del Real Madrid la próxima temporada. Y en el banquillo está Vincent Poirier, con contrato en vigor y que cerraba la puerta a la vuelta de Willy en estos momentos. Un problema de «timing» que ha llevado al pívot a jugar para el eterno enemigo.

Este paso supone convertirse en odiado después de haber sido amado, algo que experimentó Mirotic hasta extremos a los que sería muy aconsejable no volver a llegar nunca. Habrá pique cuando visite el WiZink Center en lugar de aplausos para un jugador que ha confesado que su deseo era volver al Madrid, pero que también es un profesional y el mejor sueldo y el mejor proyecto estaban en el Palau. El Barcelona está rompiendo la poca hucha que le queda para compensar el adiós de Mirotic, pagando cláusulas, un millón para hacerse con Joel Parra y 1,1 para conseguir la libertad de Darío Brizuela. Buscan que Roger Grimau tenga una plantilla para competir por todo a pesar del adiós de Mirotic, aunque el ala pívot sigue costando dinero a la sección azulgrana. «No me explico lo que está pasando, nos han comunicado en público y en privado que quieren prescindir de Nikola, pero no tenemos ninguna notificación por escrito ni nada oficial. Mirotic le cuesta al Barça 31.000 euros al día», aseguraba el agente en unas declaraciones a la emisora RAC1. No hay acuerdo para la rescisión de su costoso contrato y si la cosa sigue así tendría que presentarse el día en el que comiencen los entrenamientos.

El Real Madrid presencia con tranquilidad lo que está sucediendo en Barcelona y no se separan del plan previsto. Ya han dado la baja a Cornelie, Hanga, Randolph y Williams-Goss, mientras que se han anunciado las renovaciones de Sergio Rodríguez, Gabriel Deck y Rudy Fernández. La siguiente debe ser la de Facundo Campazzo, que va a regresar al Real Madrid y es otra de las grandes prioridades de los de Chus Mateo. El argentino es un «top3» europeo en su puesto a día de hoy y con su vuelta y la renovación de Tavares y Deck se considera que la estructura profunda de la plantilla está garantizada para varios años.