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Hípica

Yeguada Agrado, un templo para los Purasangre

En cinco años se ha convertido en una referencia en la cría y preparación de caballos de carreras

Adrián Redondo, en Yeguada Agrado
Adrián Redondo, en Yeguada AgradoChacco Marketing

En Aldea del Fresno, localidad madrileña, la pasión por el Purasangre y su cría tiene uno de sus pilares, Yeguada Agrado. Se trata de un proyecto familiar que en apenas cinco años se ha convertido en una de las insignias nacionales en lo referido a cría y preparación de caballos de carreras.

Fundada en 2020 por la familia Redondo, propietarios con más de quince años de experiencia en el Hipódromo de La Zarzuela, Yeguada Agrado nació con un propósito modesto: ofrecer un espacio de descanso para sus propios caballos retirados. "En principio era un proyecto familiar, algo para nosotros. Pero una vez que empiezas y te ilusionas, ya es imposible parar...", explica Adrián Redondo, ganadero de caballos de carreras. Lo que comenzó como un sueño personal se transformó en una aventura profesional. Hoy, las instalaciones abarcan cincuenta hectáreas con capacidad para más de cincuenta caballos.

La misión de Yeguada Agrado es clara: criar caballos campeones para el mundo de las carreras, cuidando cada detalle desde el primer momento, desde la cubrición de la yegua hasta que el potro pisa por primera vez una pista de carreras. "El foco es criar campeones. Desde la cubrición hasta el debut en el hipódromo. Reproducción, doma, pre-training, descanso... Lo hacemos todo, hacemos un trabajo 360", resume Redondo a LA RAZÓN.

La estrategia de trabajo de la yeguada se fundamenta en tres pilares: genética, salud y entrenamiento. "Los orígenes lo son todo. Siempre digo que el hijo de Cristiano Ronaldo y Messi sería el más caro y el que mejor pinta tendría. Así funciona en la cría de caballos", relata. Pero esta base genética necesita un buen entorno y eso, en sus instalaciones, está asegurado. En la yeguada, el seguimiento veterinario es constante y exhaustivo, la nutrición, proporcionada por Special Feeds, es de lo mejor a nivel internacional, y el entrenamiento se realiza con paciencia, cariño y metodología.

El proceso de cría comienza con la cubrición, donde el propietario puede optar por sementales propios, como "Bow Creek" o "Rodaballo", o traer un semental externo. Al tratarse de caballos de carreras únicamente está permitida la monta natural. Tras la confirmación de preñez, las yeguas gestan en libertad pastando hasta un mes antes del parto. Entonces son trasladadas a parideras con videovigilancia y el sistema "EasyFoal" para detectar partos. Tras el nacimiento y chequeo del potro, este permanece junto a su madre hasta el destete a los seis meses.

Desde el uno de enero, los potros pasan a la fase de yearling (potros de un año), donde se incrementa su aporte vitamínico. Luego comienza su doma, que en Yeguada Agrado es una de las etapas más cuidadas. La pista de pre-training es una joya técnica de 700 metros de cuerda y cuatro de ancho, con arena mezclada con fibra y un drenaje exquisito. Durante dos o tres meses, los potros trotan, galopan y trabajan cabeza a cabeza con otros ejemplares, bajo la supervisión de profesionales. Además ofrecen un espacio para la recuperación.

Las instalaciones están preparadas para recibir caballos que merecen descansar, con boxes de gran tamaño, videovigilancia 24 horas, caminador y prados individuales. "Tras la temporada de carreras, muchos caballos vienen a desconectar y recuperar fuerzas", comenta Adrián.

"Estamos lejos del nivel de la élite europea. Sementales como ''Dubawi'' o ''Frankel'' generan sesenta millones de euros al año en cubriciones. Pero en España también tenemos caballos que pueden dar la talla a nivel local. La clave está en seguir invirtiendo en calidad y, sobre todo, en creer en nuestro turf", apunta Redondo.