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El Covid-19 golpea al proyecto de AVE de Renfe en EEUU

Los responsables del tren de alta velocidad entre Houston y Dallas consideran probable que la pandemia retrase su calendario. La firma pública planea facturar 6.000 millones de dólares hasta 2042 con la operación de la línea

Uno de los trenes japoneses que utilizará el proyecto Texas Central
Uno de los trenes japoneses que utilizará el proyecto Texas Centrallarazon

Nada de lo que están padeciendo España o Italia en estos momentos como principales focos del coronavirus en Europa va a tener repercusiones exclusivas dentro de sus fronteras. La globalización ha propiciado que sus problemas vayan a trascender a otras partes del mundo. Que se lo digan si no a los promotores del Texas Central, el tren de alta velocidad que unirá Houston y Dallas, que se han encontrado de sopetón con el impacto de la pandemia en Europa al otro lado del Atlántico.

Texas Central es el consorcio privado americano que va a construir, sin ningún tipo de fondos públicos, el corredor de alta velocidad de 386 kilómetros entre ambas ciudades texanas.

Proyecto internacional

Para su desarrollo, sus promotores cuentan con el apoyo de un buen puñado de compañías extranjeras entre las que se cuentan la italiana Salini Impregilo, que se encargará del diseño y construcción de la línea; las japonesas JR Central, como proveedor tecnológico, y Team Shinkansen United (TSU), como suministrador del material rodante; y la española Renfe, que será la encargada de operar el proyecto y mantener los trenes cuando se ponga en marcha.

Inicialmente, Texas Central preveía que el corredor se empezase a construir este mismo año y entrase en operación en 2026. Pero el calendario ahora está en el aire. Como ha admitidoel consejero delegado de la empresa americana, Carlos Aguilar, en el medio especializado «Railway Journal», es posible que no puedan cumplir con el calendario previsto. «Es necesario reconocer el impacto que el Covid-19 está teniendo en estos países [España, Italia y Japón] y en EE UU. Estamos implementando el teletrabajo y otras medidas para lidiar con la crisis, pero no sabemos qué impacto tendrá», ha reconocido Aguirre.

Proyecto crucial para Renfe

El proyecto Texas Central tiene una importancia capital en el medio plazo para Renfe. La internacionalización es una de las palancas que forman parte del plan estratégico de la compañía para asegurar sus ingresos. La operadora asume que con la llegada de competidores al AVE en diciembre de 2020 perderá parte de su facturación en su mercado doméstico. Y su idea es compensar buena parte de esa caída con proyectos internacionales. Y la de Texas es, sobre el papel, una importante fuente de ingresos. El acuerdo entre Renfe y Texas Central alcanzado en 2019 para desarrollar el proyecto supondrá para la operadora ferroviaria española una facturación de 6.000 millones de dólares. En la fase de diseño y construcción (hasta 2026) obtendrá 311 millones de dólares en concepto de supervisión y consultoría de la infraestructura. Durante los años de operación y mantenimiento (entre 2026 y 2042) está previsto que los ingresos esperados sumen 5.611 millones de dólares.

El consorcio Texas Central podría plantearse también ampliar la línea hasta las ciudades de Austin y San Antonio, con la consiguiente posibilidad de ampliar la colaboración con Renfe y mejorar sus ingresos.