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Bankia descarta tanto su nacionalización como su privatización: “No es el momento”

José Sevilla niega cualquier operación en este sentido. “No está encima de la mesa en estos momentos”. Los altos directivos han renunciado al cobro de su retribución extra

José Sevilla, consejero delegado de Bankia, durante la presentación de resultados de la entidad
José Sevilla, consejero delegado de Bankia, durante la presentación de resultados de la entidadlarazon

“Creo que no está encima de la mesa de nadie en estos momentos”. Así de contundente se mostró el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados de la entidad -cuyos beneficios se redujeron un 54%, hasta los 94 millones, tras provisionar 125 millones para blindarse de los efectos negativos del coronavirus-. Descartó tanto la posibilidad de acelerar la salida del Estado de su capital con una fusión o con una venta en los mercados, como cualquier opción de nacionalizar la entidad en su totalidad, como ha insinuado en numerosas ocasiones el líder de Podemos y vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. “La crisis sanitaria ha enfriado ambas posibilidades”, dijo. No quiso extenderse mucho en este sentido y Sevilla se limitó a recordar que siempre ha defendido que Bankia debe tener una gestión totalmente independiente y profesional, y volvió a abundar en que el Estado “tendrá que salir del capital del banco cuando se den las condiciones adecuadas”. Algo que descartó en un momento como el actual, de crisis económica y de paralización general. “Ahora mismo la oportunidad para cualquier opción es mala, no existe un ‘timing’ positivo en este momento por culpa de la caída tan importante en los mercados y de una bajada generalizada del valor de las acciones bancarias en toda Europa. Desde el punto de vista de precio y de valoración, no toca”, aseveró el directivo. “No creo que ahora mismo sea una prioridad para nadie”.

Dentro de estas prioridades, anunció que la del banco no es otra que el mantenimiento de los servicios bancarios, las gestión de las moratorias y otras medidas articuladas por el Gobierno, como las líneas de avales del ICO. “Nosotros estamos aquí para ayudar en este proceso, pero no para usarlo como una opción de maquillaje de imagen. Para nosotros la reputación está muy unida a la utilidad. Queremos que los clientes nos vean útiles, nos vean a su lado, creo que es la mejor manera de trabajar”.

Sobre la intención de la Unión Europea para que los altos directivos de las entidades bancarias del continente renuncien a sus bonos extraordinarios y no repartan dividendos este año, el consejero delegado fue taxativo. “Los altos directivos de Bankia -en su caso el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, y él mismo-, ya renunciamos a la retribución variable de 2020. Lo hicimos antes de que la UE lo pidiera, en el Consejo de la semana pasada”. Los directivos no ejecutivos no disponen de bonos “y cobran la misma retribución fija que han venido recibiendo durante los últimos ocho años". Además, "los ejecutivos ya renunciamos a la retribución variable de 2013, 2014 y 2015. Tenemos cierto entrenamiento en este tema”, apostilló con una sonrisa. En cuanto al dividendo extraordinario, el alto directivo destacó que es muy importante contar con exceso de capital en un momento con el actual, pero no quiso confirmar si habrá pago o no. “Cuando tengamos la situación normalizada y haya pasado la crisis tomaremos una decisión sobre qué hacer con el exceso”. Sevilla también reconoció que el banco calcula que finalizará el presente ejercicio con beneficios en su cuenta de resultados y con un coste de riesgo de unos 60 puntos básicos, “que no está nada mal para las actuales circunstancias. No tendremos unas ganancias enormes, pero en cualquier caso descartamos las pérdidas en 2020”. Estima que la entidad asumirá un proceso de compensación en el negocio durante el año.