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La banca pide un plan de empleo, acabar con las amenazas fiscales al sector y más colaboración público-privada

Reclama un amplio consensos en la política de empleo y un marco jurídico y tributario estable para atraer inversión

Economía/Finanzas.- Gual (CaixaBank) echa en falta un Tesoro único europeo como en EEUU para hacer frente a la crisis
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, durante la Cumbre Empresarial 'Empresas españolas liderando el futuro'larazonEUROPA PRESS

La banca pide evitar la incertidumbre fiscal generada por el Gobierno con los nuevos impuestos al sector, consensos públicos y privados para impulsar la creación de empleo y asegurar la reactivación de la economía con un plan de choque que atraiga las inversiones y se centre en los sectores que más están sufriendo la pandemia. Estas son algunas de las recetas puestas encima de la mesa por los principales bancos españoles en la cumbre “Empresas Españolas Liderando el Futuro”, organizada por la patronal CEOE. Las grandes entidades financieras asumen su condición de sector clave para la recuperación económica y la financiación de las empresas “viables” para ayudar a recuperarlas y, como tal, reclaman al Gobierno estabilidad jurídica y un plan conjunto público-privado para gestionar las ayudas financieras, tanto estatales como europeas, que deben servir para lograr un cambio de modelo económico sostenible y digitalizado.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha insistido en que la prioridad en esta crisis, “la peor que he visto durante toda mi carrera profesional”, debe ser mantener y generar empleo. Para ello apuesta por crear políticas consensuadas que permitan a las empresas invertir y generar empleo. Para la presidenta del Santander, la prioridad del Gobierno, de la iniciativa privada y de los agentes sociales debe ser “mantener y generar empleo”, evitando que su destrucción sea permanente. “Cualquier iniciativa pública debe ir en este sentido, crear tejido empresarial y empleo", porque hace falta una política de Estado que propicie un pacto de reforma, mediante el diálogo social", y con transparencia. “Necesitamos una economía con instituciones y ambiciones del siglo XXI”. Para Botín ahora más que nunca la colaboración entre las institituciones y la empresa privada deben ser más cercanas que nunca. “Cualquier iniciativa política pública debe someterse a examen. ¿Va a ayudar al tejido empresarial y a crear empleo? Si la respuesta no es rotunda, hay que replantearla”, ha subrayado, al tiempo que ha añadido que “las políticas deben ser de Estado”, en las que todos estén de acuerdo y que permitan avanzar hacia un pacto de reforma de los mercados.

El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha subrayado que la reactivación de la economía es urgente para evitar un daño que puede ser “irreversible”, y ha pedido unión y consenso para lograrlo, además de los “ingentes” recursos que van a llegar de la Unión Europea se usen para avanzar en el desarrollo sostenible y en la digitalización. También urgió a acelerar la reactivación de la economía y a garantizar un “marco de confianza fiscal y regulatorio”, con el que se “multiplicarán los recursos públicos” porque “se atraerá inversión privada a ese futuro DDSS (Digital, de Datos, Social, Sostenible)”. Pero para ello cree que debe darse un “un marco fiscal y regulatorio adecuado. Así se multiplicarán los recursos públicos, porque se atraerá la inversión privada a ese futuro digital, de datos, social y sostenible”.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha apostado por un “Tesoro único europeo”, como el que posee Estados Unidos, para hacer frente a la crisis generada por el coronavirus, y ha calificado de “pequeño embrión de unión fiscal” al paquete presupuestario puesto encima de la mesa por parte de la Comisión Europea. También ha pedido que el paquete de ayudas europeas llegue antes del verano para atender de forma especial al sector sanitario, turístico, a la cultura, al transporte urbano e interurbano y a la renovación de viviendas y del parque automovilístico. En este sentido, Gual ha pedido a España que administre “muy bien estas ayudas” durante los próximos trimestres y que consiga que se dirijan por “efectividad” hacia los sectores más afectados por la pandemia. A su vez, ha reclamado “un cambio en el modelo de los negocios, inyecciones de capital y relanzamientos de la inversión en todo el país”, además de un “gran acuerdo” que contribuya a lograr una España más productiva y con una economía sostenible, enfatizando en la capacidad de crear puestos de trabajo, ya que los niveles actuales de desempleo son “inaceptables”.

Por su parte, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, alertó sobre lo “contraproducente” que sería lastrar con nuevas cargas a la banca, en el momento en que ha apostado por ayudar a la reactivación económica con apoyos a familias y empresas. “Es contraproducente que se pidan esfuerzos fiscales adicionales al sector, más impuestos o requerimientos de diverso tipo”, ha avisado. “El desarrollo del país depende de que el sector esa rentable”, explicó el banquero, subrayando que si no lo es “será un problema para todos” porque si las entidades se encuentran infracapitalizadas “no podrán cumplir con su objetivo que no es otro que financiar empresas y familias y apoyar la recuperación económica del país”. El directivo reconoció que la crisis “tendrá un enorme impacto en la rentabilidad de la banca”, ya que depende del comportamiento de las economías, y esta presión se añade a la que vienen ejerciendo los tipos negativos desde el año 2016. “Y no va a mejorar” a corto plazo, admitió.

Para el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, “ayudar a las empresas es ayudar al empleo” y ha pedido una reflexión sobre la colaboración público-privada, pues muchas ayudas son temporales, y es necesario que las pymes “no tiren la toalla” y que todas, tanto ellas como las de mayor tamaño, se digitalicen. Asimismo, mostró su preocupación sobre la reactivación económica, que debe contar con unas reglas claras. “Lo que más necesitamos es un marco de actuación estable y previsible en todos los niveles”, incluyendo el sanitario y las condiciones que “se van a imponer a las empresas para imponer la normalidad”.

El presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, ha demandado libertad para repartir dividendos y que la banca tenga una fiscalidad y un cálculo de capital “que sea homogénea con el resto de países supervisados por el Banco Central Europeo (BCE)”. Por ello, ha subrayado que es importante preservar la solvencia del sector bancario y para eso tiene que atraer a los inversores y repartir dividendos. Durante su intervención realizó también una defensa en favor de la “pluralidad” en el mapa financiero, donde a su juicio deben coexistir entidades grandes y “también entidades pluriregionales como la entidad que represento y que está próxima al territorio y somos parte de la solución”.