Hacienda se lleva un ‘premio gordo’ de 256 millones en impuestos por las loterías

Un premio gordo en toda regla: 256,1 millones de euros. Esa es la cantidad que ha ingresado la Agencia Tributaria en los seis primeros meses de 2020 con el gravamen sobre premios de las loterías, lo que supone un 1,3% más que en el mismo periodo de 2019, en el que el “premio” fue de 252,8 millones. Según el Informe Mensual de Recaudación Tributaria, con fecha de junio de 2020, el montante principal de este impuesto, 180 millones, se recaudó vía Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, este grueso de ingresos fue un 22% menos que un año antes. Y cómo puede explicarse esto si la recaudación fue mayor. Pues porque el ingreso a través del Impuesto de Sociedades aumentó hasta los 76 millones, frente a los 22 millones del mismo del año pasado.

Nadie parece ya recordar que hasta hace unos años los premios obtenidos de loterías y juegos de azar estaban prácticamente libres de impuestos, el beneficio iba casi íntegro a las cuentas de los felices agraciados. Sin embargo, el Gobierno de Mariano Rajoy anunció en 2012 la decisión de poner fin a la exención fiscal que disfrutaban los ganadores de premios de los sorteos de lotería y la puesta en marcha de un nuevo impuesto desde el 1 de enero de 2013. De esta manera, se creó un gravamen del 20% para los premios con una cuantía superior a los 2.500 euros.

Esta tributación se mantuvo hasta el año 2018, cuando se introdujo una modificación en los Presupuestos Generales de dicho ejercicio. Entró en vigor el 5 de julio de ese año y elevó a 10.000 euros el importe exento en los premios de loterías para 2018, a 20.000 euros en 2019 y a 40.000 euros en 2020, por lo que es previsible que en estos ejercicios la recaudación por este impuesto sea mucho menor.

A lo largo de 2013 este gravamen consiguió recaudar 268,2 millones de euros -y eso sin contabilizar el sorteo de Navidad de 2012, que estaba exento de tributación aunque el premio se cobrara ya en 2013-, lo que se consideró una decepción con respecto a las previsiones que había manejado Hacienda, que llegó a estimar que se lograrían ingresar en las arcas públicas hasta 824 millones anuales.

Aunque la recaudación mejoró los siguientes años, nunca se alcanzó la cifra soñada por Cristóbal Montoro, el ministro del ramo esos años. La cuantía se elevó hasta 458,9 millones de euros en 2014 y se moderó ligeramente, hasta 451 millones, en 2015. En 2016 esta recaudación volvió a caer, en concreto un 3%, hasta situarse en 437,8 millones, mientras que en 2017 los ingresos por este impuesto crecieron un 10,1%, hasta alcanzar los 482,3 millones. En 2018, la recaudación por este tributo disminuyó un 13,6%, quedándose en 416,7 millones, mientras que en 2019 se situó en 365,2 millones, un 12,35% menos respecto al año anterior. En lo que llevamos de 2020 ha recaudado casi cuatro millones más que en el mismo periodo de 2019, pero todo apunta a que recaudación se desplomará en el segundo semestre.