Coronavirus
¿Johnson peor que Sánchez?
Existe una relación directa entre la intensidad de la propagación de la pandemia, el número de muertos y la caída del PIB
El Producto Interior Bruto de Reino Unido se hundió un 20,4% durante el segundo trimestre de este año. De esta manera, España ya no ocupa la primera posición en el ranking de desplome económico en Occidente –recordemos que nuestro PIB se contrajo un 18,5%–, sino que ha cedido la medalla de oro a Gran Bretaña. Para algunos sectores cercanos al Gobierno socialista, esto supone un alivio: ya no podrán decirnos que somos los peores de la clase. Pero, en realidad, este alivio debería ser abiertamente matizado por tres motivos.
Primero, aunque Reino Unido lo haya hecho peor que nosotros, nuestro desastre sigue siendo el mismo: que en términos relativos ya no seamos los peores no significa que hayamos mejorado un ápice en término absolutos.
Segundo, en realidad no es cierto que la economía británica se haya comportado peor que la nuestra: y es que el PIB de Reino Unido en el primer trimestre del año se contrajo un 2,2%, mientras que el de España cayó un 5,2%. Así, si calculamos el desplome conjunto del PIB durante el primer semestre del año, veremos que la economía española se ha desplomado un 22,7% frente al 22,1% de Reino Unido. Es decir, y para nuestra desgracia, seguimos siendo los campeones en parálisis de la actividad durante la primera mitad de 2020.
Y tercero, por sí sola, la mera comparación entre España y Reino Unido debería resultarnos suficientemente preocupante: recordemos que Reino Unido es –como España– uno de los países con mayor número de muertos oficiales por millón de habitantes (612 en España y 609 en Gran Bretaña), con mayor exceso en las cifras de fallecidos respecto a la media histórica (exceso del 56% de España y del 45% en Reino Unido) y también, como hemos reseñado, con mayor frenazo económico.
La relación entre el fiasco sanitario y el fiasco económico no es casual: si la pandemia penetra con fuerza dentro de una sociedad, las actividades de producción y de consumo social se paralizan y el PIB cae consecuentemente con fuerza. Existe, pues, una relación directa entre la intensidad de la propagación de la pandemia, el número de muertos y la caída del PIB. En el caso del Reino Unido, es de sobras conocido por qué la pandemia penetró con tanta crudeza: el Gobierno de Boris Johnson buscó durante varias semanas infectar deliberadamente a su población para así alcanzar la célebre inmunidad de grupo.
Pero, ¿y en el caso del Gobierno de Sánchez? ¿Cómo es posible que la gestión que ha efectuado de la pandemia haya arrojado resultados sanitarios y económicos tan desastrosos como la de un Gobierno –el británico– que buscaba infectar a sus ciudadanos? ¿Es qué Sánchez también lo buscó? ¿O lo consiguió sin pretenderlo por su absoluta negligencia a la hora de atajar tempranamente la propagación del virus? El fracaso de Johnson es un reflejo del fracaso de Sánchez.
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