SEAT se plantea contratar personal ante el tirón del Ibiza

La fábrica de Seat de Martorell (Barcelona) prevé poner en marcha a mediados de octubre un tercer turno de la línea L1, la que produce el Ibiza y el Arona, para dar salida al aumento de la demanda del primero de estos modelos, lo que podría requerir la contratación de más personal.

El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha explicado a Efe que, en estos momentos, la dirección está analizando, en conversaciones con los sindicatos, la demanda actual de producción y la mano de obra disponible por si es necesario realizar nuevas contrataciones.

“El tercer turno de la L1, aunque sea a medio gas, conservará el empleo en Seat y puede llevar incluso a crear más puestos de trabajo, que se podrían mantener en el tiempo. Es una buena noticia en estos momentos para el sector, golpeado por la COVID-19”, ha asegurado el dirigente sindical.

El presidente del comité ha señalado que el buen ritmo al que Seat está recuperando la producción ayudará también a los proveedores, algunos de los cuales están haciendo frente a momentos muy difíciles, con expedientes de regulación de empleo.

Carnero ha apuntado que el Ibiza, uno de los modelos pequeños de Seat, está recibiendo un buen número de peticiones de compra, en el nuevo contexto de crisis económica provocado por la pandemia sanitaria.

El presidente del comité asegura que en estos momentos hay entre 300 y 400 empleados disfrutando de jornadas industriales (no productivas) y una gran parte no se reincorporarán hasta dentro de unos meses, con lo que tendría sentido realizar nuevos contratos.

La plantilla de la compañía está integrada por unos 15.000 trabajadores, de los que unos 7.500 están adscritos a producción.

Este septiembre, la línea 1 se ha puesto a trabajar con turnos de mañana adicionales durante tres sábados para recuperar las pérdidas de producción ocasionadas por los días de parón durante el estado de alarma.

En la L2 (León) se ha habilitado un sábado en septiembre para recuperar el volumen perdido en julio por el lanzamiento del nuevo modelo y no obedece a un incremento de las ventas.

Los ajustes que se están llevado a cabo en la producción en la L3 (Audi A1), en la que se trabajan dos sábados este mes, responde en parte a un incremento de la demanda de 700 unidades, que deben entregarse antes de octubre por cuestiones relacionadas con la cuota de CO2.

Con la producción prevista hasta el momento, los volúmenes hasta finales de año se situarían en los 357.236 vehículos en la fábrica de Martorell, lo que supone unos 142.000 menos con relación a la previsión inicial para 2020 (antes de estallar la crisis del coronavirus), que era de acariciar las 500.000 unidades, según cálculos de la sección sindical de UGT.